lunes, 14 de marzo de 2016

Nacionalismo maragato



Mezclar las costumbres, los trajes regionales, los bailes y danzas, los instrumentos musicales, y las lenguas, dialectos y modalidades lingüísticas múltiples con la división del estado que tanto ha costado construir durante los últimos mil años hasta desembocar en la constitución de 1978, no puede obedecer más que intereses particulares de oligarquías que azuzan los sentimientos de quienes no hacen más que trabajar de sol a sol sin darse cuenta de que los están sosteniendo en sus poltronas.

Por la regla que miden los separatistas de toda índole, los maragatos tendríamos el doble de argumentos para tratar de destruir la unidad de España. Hay una diferencia esencial. Los maragatos desde tiempos inmemoriales hemos emprendido largas caminatas con las tartanas, hemos viajado por todo el mundo, hemos tratado de conocer y escuchar a toda clase de gentes, de saber valorar el pensamiento del contrario y gustar de otras costumbres y, por qué no, a llevar las bragas negras de raso hasta los gauchos argentinos.

Si nos hubiéramos quedado “bajo los montes” del Teleno mirándonos el ombligo allí, “submontia” > “sumontia” >"somontia">"Somoza", estaríamos pensando todavía que el traje solemne de los domingos: las polainas negras, las bragas de raso, la chaqueta y la camisa bordada y el sombrero negro, con el rodeo, la mantilla de mil colores y el pañuelo de seda, las castañuelas y el tamborín, y sobre todo “la zapateta” y "la covada", nos haría superiores al resto de los mortales. ¡Pasen señores, viajen, oigan y vean…!





viernes, 4 de marzo de 2016

Dijo Rufián que los hablantes de lengua castellana le llaman "charnego"

Cuando he visto en el telediario, que Rufían dijo a los parlamentarios que él es “charnego”, y los acusó de calificarlo como tal, considero que el susodicho personaje no tiene conocimiento de lo que debe hacer en su nuevo “status”: parlar en el parlamento y, por lo tanto, con propiedad y conocimiento de su misión, que es “parlar”, pero parlar usando bien las palabras.

Casualmente “parlar” es una palabra usada tanto en Castellano como en Catalán, si bien, más usada en Catalán que en Castellano. Las dos proceden de la platrimonial latina “parabolare”.

Por lo que dijo Rufián, descendiente de padres y abuelos jiennenses y granadinos, dio a entender que los parlamentarios no catalanes le llaman charnego. 

Este  parlamentario, no sabe o hace como que no sabe que la palabra “charnego” no es, y nunca ha sido castellana, ni ha sido usada en la historia la literatura  castellana. “Charnego” es una palabra de la lengua catalana, pero tampoco usada en la literatura en lengua catalana, salvo en alguna novela contemporánea.  Antes de generalizarse el uso de esta palabra, la usaron sobre todo los catalanes pertenecientes a la clase más burguesa como vocablo para despreciar a las gentes que iban a trabajar a Cataluña en los oficios más humildes, desde el resto de España, en los años 1950, 1960  y 1970 cuando el gobierno de entonces había favorecido crecer la industria en Cataluña. 


A que no… a que ningún español, sea de Vitigudino o de Gadiix o de Pola de Lena, ha oído nunca ni a sus padres ni abuelos, ni a nadie de su pueblo usar la palabra “charnego”. No hace falta ser lingüista para  certificar la evidencia.