BEATRIZ GARCÍA 2014-11-30
El último sondeo del CIS publicó a principios de este mes que Podemos sería la tercera fuerza política si en ese momento llamaran a los españoles a las urnas. Además, el partido de Pablo Iglesias obtendría la primera posición en intención directa de voto. Aunque este último dato tiene una menor credibilidad que el de la estimación de voto porque no tiene en cuenta los correctores estadísticos adecuados (recuerdo de voto, simpatía...), ambos resultados han extendido tanto la euforia entre sus seguidores como el miedo entre sus detractores.
Los primeros en avisar de las nefastas consecuencias de una hipotética victoria de Podemos para la economía española han sido entidades internacionales como Barclays, Merril Lynch o JP Morgan. "El riesgo para el futuro de España", "el elevado grado de incertidumbre en los mercados" y "la preocupación por un programa económico radical", han sido advertencias generalizadas en sus diferentes análisis.
En esta misma línea se han pronunciado una larga lista de miembros del sector empresarial español, que han expresado tajantemente su rechazo a las políticas del partido de Iglesias. Ahora, el nerviosismo ha empezado a propagarse entre el ciudadano de a pie. Los pequeños ahorradores se están planteado la incógnita de qué pasará con sus ahorros en el remoto escenario de que Podemos llegase al poder en las próximas generales.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que, ocurra lo que ocurra con el banco que custodia su dinero, el Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) cubre hasta 100.000 euros por titular y entidad. Ahora bien, la cúpula de Podemos ha reiterado en numerosas ocasiones que no tendría inconveniente en que España saliera del euro. De hecho, en un principio, la ruptura de la Eurozona para que "España volviera a retomar el control de su moneda" ha sido una de las intenciones que más han publicitado en sus tertulias favoritas, aunque después hayan querido ocultarlo.
La catástrofe financiera que desencadenaría la desintegración de la Zona Euro supondría la inmediata conversión de los ahorros de euros a pesetas. En este caso, los españoles perderían un alto porcentaje de poder adquisitivo, ya que la nueva peseta se devaluaría considerablemente respecto al euro (alemán).
Para protegerse de este posible escenario o, simplemente, porque una parte de los ahorradores pudiera sentirse intranquilo teniendo su dinero en un país gobernado por Iglesias, deben saber que hay alternativas para sacar de manera legal su capital de España.
Para el ahorrador medio (de unos 150.000 euros), la forma más fácil de poner su capital a buen recaudo es abriendo una cuenta corriente en un país extranjero. Pero, aunque en la UE hay libertad de movimientos de capitales, hay que tener en cuenta varios factores que pueden dificultar el proceso.
Viajar al país
El principal es que la mayoría de las entidades europeas van a exigir a su nuevo cliente que se traslade a la sucursal donde quiere abrir su cuenta. Eso no sólo implica viajar, sino también dominar el idioma del país donde quiere depositar sus ahorros.
"En este sentido, el pequeño ahorrador se va a encontrar con muchas más dificultades que quien tenga una gran fortuna. Si vas con varios millones de euros, el banco extranjero te busca hasta un traductor", asegura el responsable del equipo de asesores financieros de Optima, David Rey, a Libre Mercado.
Aunque, cada país tiene su propia legislación respecto a los no residentes que desean abrir cuentas, lo habitual en la UE es que con presentar el pasaporte, un certificado de empadronamiento y el DNI en vigor, las entidades extranjeras te permitan la apertura. En el caso de que se opte por un país de fuera de la Unión, sus entidades suelen solicitar comprobantes de los ingresos mensuales, los últimos movimientos bancarios o los complementos de pensiones.
Hay otros bancos (muchos en Suiza y Luxemburgo) que permiten enviar los ahorros a sus dominios sin moverse del ordenador. "Pero muchas de esas entidades piden unos requisitos mínimos que son difíciles de cumplir. A un ahorrador modesto yo le recomendaría depositar su dinero en países como Alemania o Bélgica. En caso de ruptura del euro, tendrían su dinero en la divisa más fuerte", apunta el experto.
Hay que dejar claro que sacando el dinero de nuestro banco de toda la vida y metiéndolo en la filial que tiene un banco extranjero en España no se están salvando los ahorros. Será necesario que la sucursal esté físicamente fuera de nuestras fronteras.
Las penalizaciones
Otro de los aspectos que hay que saber si queremos sacar el dinero al extranjero es la baja rentabilidad que le otorgan las entidades foráneas a los depósitos. De hecho, "bancos como el Commerzbank alemán y otros muchos de la eurozona ofrecen tipos negativos por aparcar dinero en su banco", recuerda el experto. Es decir, el cliente, lejos de cobrar un pequeño interés, tendría que pagar algo por mantener allí su dinero. Las cuentas corrientes en el extranjero se abren únicamente con el objetivo de proteger el dinero de posibles catástrofes económicas en el país de origen.
También habrá que sopesar si compensa sacar el dinero de un depósito a plazo a costa de perder los intereses. Eso dependerá de la cantidad que se vaya a sacar (ya que hasta los 100.000 euros están garantizados). Además, habrá que tener en cuenta la comisión por transferencia que nos cobra nuestro banco. "Si mantienes la nómina y algunos otros recibos en esa entidad porque lo único que quieres es retirar tus ahorros, será más fácil negociar la comisión", indica.
Si, además de blindar los ahorros, lo que se quiere es obtener cierto rendimiento, "lo recomendable es abrir una cuenta de valores y, si estamos en un país fuera de la eurozona, abrir una cuenta de divisas para tener euros y no asumir riesgos de tipo de cambio con la parte del patrimonio que no se quiera tener en otra divisa", recomienda Rey.
Una alternativa al depósito es entrar en Fondos de Inversión, para lo que el experto recomienda "buscar entidades extranjeras que nos ofrezcan cierta arquitectura abierta (con presencia en entidades internacionales) para poder acceder con cierta libertad a un buen universo de posibilidades de inversión".
Una de las medidas más radicales que ha defendido el partido de Iglesias es la nacionalización de los "sectores estratégicos del país. Esas áreas son la energía, las telecomunicaciones o la banca, entre otras. Rey no duda en asegurar que el valor de esas empresas en Bolsa se vería perjudicado en caso de una victoria de Podemos, abriéndose con ello un futuro muy incierto, aunque también cabría la opción de ganar en las urnas y no gobernar por falta de apoyo parlamentario.
Hay que tributar en España
Para sacar el dinero de nuestro país, los ahorradores tendrán que cumplir con las exigencias de información que impone el Gobierno de España:
- Más de 50.000 euros: es necesario informar a la Agencia Tributaria (modelo 720) de que se va a proceder a retirar los depósitos.
- Más de un millón de euros: se cumplimentará la Encuesta sobre Transacciones con el Exterior (ETE) del Banco de España.
- En metálico: si lo que se pretende es sacar el dinero en metálico del país deberá notificarlo a Hacienda si son más de 10.000 euros.
Además, es obligatorio que en la declaración de la renta tributencorrespondientem ente todos los beneficios o plusvalías que se obtengan con la cuenta, depósitos o fondos de inversión en el extranjero.
"Todavía no estamos en la situación de cuando la prima de riesgo estaba en 600 puntos y se marchaban masivamente los capitales de España, pero nuestros clientes y la gente en general con la que hablas sí está preocupada por Podemos. Lo importante es que la prima de riesgo se mantenga baja y ahora lo está porque el BCE la ha dopado con anabolizantes. Puede que Podemos gane y no cumpla ni la mitad de lo que dice que va a hacer y la prima de riesgo se quede como está o puede que no. Todavía es imposible vaticinar nada", concluye el experto.