martes, 29 de abril de 2014

Respuesta a una colega del aula de Fray Luis y del Patio de Escuelas de Salamanca


Sinda Pino: Estas tablas tienen mucha historia. El pintor era un artista grande.

Jesús García Castrillo: Amiga Sinda Pino: No tan grande, nunca he pasado de 1,80. En la talla para la mili, y ahora, cada año, unos milímetros menos. El arte consiste en crear ficción, y que el que lo comparte, comparta las mentiras consentidas, porque no hay que olvidar que todo es una mentira, pero no un fraude sino una mentira sincera. Es, cómo diría yo… un evadirse hacia estado onírico, hipnótico, de sensaciones diferentes a las puramente cenestésicas y sinestésicas, que son agradables no sé por qué, que producen placer dentro de cada sistema nervioso, evocaciones sin cuento, asociaciones inconscientes y subconscientes. Por eso, estas tablas no existen más que en nuestras imaginaciones, para las que ha habido que pintar y repintar encima y sacar fotos, y volver a pintar y rascar el oro incluso, para disparar otras nuevas fotos, y deshacerlas a martillazos para volver a recomponerlas, todo un proceso de manipulación de la vil materia, para convertirla en sueños. Los sueños son los que cuentan, porque la materia es polvo, es la nada organizada para que parezca algo. ¡Ah! Y gracias, que ya se me olvidaba.

lunes, 28 de abril de 2014

El Santo Grial de León

Un periodista de León, Eduardo Aguirre,  publicó un articulo sobre el tratamiento que dio un programa de TV al renombrado  Santo Grial de la Colegiata de San Isidoro, a raíz del cual surgió en Facebook este diálogo:

Javier Tascón Fernández Edu, estoy de acuerdo contigo. Pero ¿no resulta extraño que un hallazgo tan "descomunal" no se haya publicado en una revista científica seria o en algún reputado medio internacional, tal como exigiría semejante "descubrimiento"?

Eduardo Aguirre
Eso es lo primero que me plantee yo. Al parecer, se quería hacer una rueda de prensa a lo grande pero el Diario de León se adelantó, según me contó la propia Margarita Torres. Personalmente, creo que se está llevando a terrenos puramente promocionales del libro, aunque sea legítimo, algo que por su trascendencia debía mantenerse en un ámbito más científico, histórico y religioso. Yo mismo he escrito en numerosas ocasiones sobre hallazgos que dan la vuelta al mundo, tras rueda de prensa solemne o publicarse en Nature. Por ejemplo, todo lo del Big Bang. En fin, eso es lo que he querido transmitir en la columna, sin caer en una crítica muy destructiva.Una cosa es que la Universidad abandone su burbuja de aislamiento y otra caer en la fritanga esotérica. Creo que Margarita debería debatir con sus iguales.


Toño Benavides Buscar el cáliz de la última cena es algo así como buscar las pantuflas de Papá Noel.


Jesús García Castrillo Pero la tal Margarita lo ha hilado muy bien... El "hat" del dichoso pergamino es lo que canta un poco, pero no importa, no se enseña y santas pascuas. El mensaje es lo que cuenta como decía Bultmann. Creando fe, lo demás son cuentos chinos... No sé si me explico.... Saludos


Jesús García Castrillo Tesis y tesis doctorales -de letras, claro- calificadas “cum laude”, argumentando y sosteniendo postulados axiomáticos cuyo fundamento es la autoridad de Herodoto, de Polibio, de Plinio (ambos), de Ptolomeo, y no existe ni un solo escrito de estos supuestos autores… Y ahora resulta que vamos a cuestionar algo tan evidente como que un cacharro de piedra sin esquirla que está ahí, caray, que es una pieza de vajilla grecorromana de hace veinte siglos, en nuestro San Isidoro, forrado con la mejor orfebrería de oro y las mejores gemas de la reina con nombre de pájaro con hábito de dominico. No, no… auténtico y muy auténtico, sólo faltaba… tan auténtico como las pinturas del techo que lo representan, que las pintó quizá un tal Cristianus Castrellus y que para más autenticidad no quiso, por humildad ciega que apareciera su firma por ninguna parte. Además con documentación de nuestro don Fernando “el primero”, del reyezuelo moro de Denia, del mismísimo Sultán del Nilo y, por supuesto, de Saladino destruyendo el templo del Santo Sepulcro -todo documentado y bien documentado- y usurpando la reliquia más preciada de la religión cristiana. Reliquia por reliquia, prefiero esta con valor intrínseco que un garabato de Picasso por el que se vende el alma al diablo… No hay duda: es el mismísimo Santo Grial, depositado muy cerca de la virgen Blanca, que eclipsó a todas las morenetas que trajeron como trofeos de batallas los templarios, entre otros, los de Ponferrada, como recuerdos de sus triunfos guerreros en Asia. Para Margarita, mi incondicional apoyo. Con lo difícil que es escribir un libro… qué más da que la prosa tenga forma de ensayo o forma de novela…Reitero lo de Bultmann: el mensaje es lo que cuenta. Saludos.


domingo, 27 de abril de 2014

Apellidos y topónimos armenios y georgianos medievales en España.

Hoy echo de menos a mi lado un profesor, armenio o georgiano, de historia de estas dos lenguas, porque me ha inquietado la fonética de estas palabras:    Ալավերդի     y    Ալվերդի        ალავერდის    y     ალვერდის.

Es que, analizando apellidos españoles, me invadió el escepticismo al leer  la etimología del apellido “Alberdi”. Me ha sonado a interpretación etimológica de curas antiguos euskaldunes que estudiaron latín en  el seminario pero  sin formación lingüística y con su mejor voluntad estética les han dado muchas vueltas, por ejemplo estas: 

“al (altz)”;  que en euskera significa “aliso”
“be”;  que en euskera significa “bajo”
“eder”; que en euskera significa “hermoso”
“di”; que en euskera puede ser un sufijo abundancial.
Con lo que se concluye que el apellido Alberdi tiene un significado muy poético, de miles y miles de años, casi del hombre primitivo reposando: “ bajo abundantes y hermosos alisos”.

Algún otro lingüista se ha esforzado más y por lo menos habla de metátesis lingüística, de raíz lingüística, y también del cambio semántico después de sentar la metátesis de consonantes líquidas “ r ” ; “ l ”. Y también expone el campo semántico de la palabra. Este ya se nota que ha estudiado lingüística, yo diría que en Salamanca, a pesar de lo cual tampoco me convence demasiado.  Con este apellido se devana los sesos diciendo que Alberdi proviene de la raíz 

“arri/ar”, que significa “piedra”, cambiando la “r” en “l”. 

“bel”,  que significa “oscuro, negro”, cambiando  la “l” en “r”. ( al contrario )

“di”, sufijo locativo.

Arbeldi, Arbel,  con sus metátesis, significaría por tanto “pizarra, piedra oscura”.
A simple vista, todo parece demasiado rebuscado, de un barroquismo exagerado, como queriéndole sacar tres pies al gato.

Todavía no me atrevo a sentar una hipótesis hasta que algún armenio  y georgiano me pronuncien con claridad esas palabras caucásicas, y me lo corrobore algún historiador de la estas lenguas. Hay que seguir investigando.

También ando detrás del topónimo "Isaba" que ni los más eruditos sacerdotes vascos se han atrevido a formular una etimología de esta palabra absolutamente desconocida. Comenzaré a buscar en el Cáucaso topónimos medievales, pero creo que ya es suficiente pista de parentesco directo del antropónimo español Alberdi y el topónimo amenio Alaverdi, pequeña población al norte cerca de la frontera con la actual Georgia. Y ya en Georgia al noreste de Tbilisi (la capital) se encuentra el viejo monasterio de Alaverdi, cerca también de la población Kintauri. Y poco más al norte, ya en Osetia del Norte, la población Ardón. ¡A que suenan...! Los topónimos son muy resistentes a la evolución lingüística. Muy al contrario se resisten a evolucionar y a lo largo de la historia de las distinta
s lenguas o se mantienen en su fonética inicial o se sustituyen por las lenguas del superestrato lingüístico.

sábado, 26 de abril de 2014

La civilización humana partió de la zona de Asia Menor, de la antigua Escitia y de Mesopotamina. y se expandió radicalmente hasta dar la vuelta alrededor de la esfera.

Después de toda la vida entre libros, cada día soy más consciente de que estoy comenzando a aprender. Me he informado aquí, en Alemania, muy cerca de su lugar de nacimiento, Hannover, de H. Bunting, pero la primera información  sobre la cartografía alemana del siglo XVI me la ha dado la joven antropóloga española residente en Yerevan, Virginia Mendoza con su referencia. He descubierto la prelación de la visión que tenían los distintos países  en el siglo XVI a través de la cartografía de Heinrich Bunting. Creo que al considerar la historia, lo más importante es meterse en cada momento de su estudio, en cómo la veían nuestros antepasados en su momento, sin anacronismos a los que tendemos sin darnos cuenta. Y que todo lo anterior al siglo XI, hay que pasarlo por el tamiz de la conjetura y la probabilidad, pero sin hacerse ilusiones de que se conoce la verdad total de los ancestros. Apenas conocemos una mínima parte y por testimonios indirectos.

viernes, 25 de abril de 2014

Un gran hombre: el armenio C. Sarkis Gulbenkian

Siempre estaré agradecido al armenio Sr. Calouste Sarkis Gulbenkian.
No puedo estar de acuerdo con los que descalifican de un plumazo a empresarios creadores de imperios económicos. ¿Cómo no voy a estar agradecido a C.S. Gulbenkian, si me pagó con su dinero para que yo estudiara en Lisboa, Fonética Histórica y Lingüística comparada, con los mejores profesores de aquel momento, Cintra y Coseriu?
Además me trataron, siendo yo un “chiquilicuatre”, a cuerpo de rey sólo por haber sacado un sobresalientito de nada en un examen parcial de “Lengua y Literatura Portuguesa”. Fue la primera vez que probé las ostras a su cuenta. Y además con trato de  Excelentísimo Señor en los escritos de la concesión de la beca. Siempre le estaré agradecido al Sr. Gulbenkian por lo que me regaló sin conocerme de nada sus herederos y sin pedirme nada a cambio. Y lo que hizo conmigo lo ha hecho con cientos de personas en todos los campos de las artes, de las letras y de las ciencias sin distinguir razas, religiones ni nacionalidades. ¡Inmenso Calouste Sarkis Gulbenkian!


Aquellos días hervía la Universidad de Lisboa gestando la que sería,  un poco más tarde la Revolución de los claveles, cuyo aniversario se cumple hoy, 25 de abril.

lunes, 21 de abril de 2014

A los herederos de García Márquez

Si los herederos de García Márquez, ponen en internet, por lo menos cuatro o cinco meses, todas sus obras para que las pueda leer y copiar gratis todo el que quiera en todos los idiomas a los que han sido traducidas, será verdad que su creación literaria fue sincera para que la Humanidad atesore en su museo otra joya valiosísima, otra obra de creación artística. De lo contrario, nada será creíble, porque formará parte del afán de lucro, del oportunismo parasitario y carroñero, del afán por atesorar el dinero por el dinero, del oligo-capitalismo más salvaje, del absurdo, de la nada….Es inútil  tratar de convencer de nada con palabras, con escritos, con púlpitos ni con megáfonos. No hay nada como predicar en silencio, haciendo lo que hay que hacer simplemente.

domingo, 20 de abril de 2014

Llenando un hueco. (Lo que no se escribe estos días sobre García Marquez y las letras)

https://steemit.com/spanish/@jgcastrillo19/gabriel-garcia-marquez-autor-de-segunda-fila-o-premio-nobel

Creo recordar cierta tradición olvidada de que,  hasta la mitad del siglo XX, la prepotente “intelectualidad española”  no concebía que de las ex-colonias de ultramar surgieran grandes hombres de letras. Sólo podían dar indianos que volvían a morir a la madre patria forrados de billetes, a pesar de que en Buenos Aires ya hubieran proliferado editores de libros y librerías que dejaban pequeños a los de este lado del Atlántico.
Para ser justos no debemos olvidar que a García Márquez, a pesar de que había recibido algún premio en Suramérica, por más que insistió, nadie valoró con justeza ni nadie hizo caso de su literatura. 
Yo creo que él era consciente del sentir general: para ser reconocido como escritor de primera fila tenía que editar su manuscrito en España. Por eso, cuando terminó su “Cien años de Soledad” se lo presentó en primer lugar a un editor español, en Barcelona, que era  la ciudad cultural por antonomasia, muy superior a Madrid por aquel entonces. 
El pobre Gabriel salió con la cabeza gacha, desilusionado, y desconfiando de la que él creía una buena novela, cuando volvió después de unos días a recoger su manuscrito fracasado: “No vale para nada”, le dijo el editor de marras. “No es buena literatura, mozo”. Me imagino la escena con Gabriel mirando al suelo y al millonario devolviéndole el tocho con una mano y con la otra dándole una palmada en el hombro. “´Hala, a ver si escribes otra novela con más fortuna. Adeu, noi”, puede ser que se le escapara.
La segunda ciudad en importancia para las letras de la lengua española era Buenos Aires, así que envió por correo su manuscrito al editor argentino. A este le pareció de una calidad soberbia. Le imprimió una cantidad pequeña de ejemplares, por si acaso no cuajara en los lectores bonaerenses, a pesar de su inversión en publicidad y marketing. Pero sorprendentemente vendió la edición en unos días. 
Después del éxito, la catalana Balcells, que olió “pelas”, no dudó en acaparar al pobre Gabrielico colombiano y prometerle que lo mismo que sus personajes mágicos podían convertir cualquier metal en oro, así ella podía hacerlo con las letras de su ya exitosa obra. A esta señora yo no le concedo ningún mérito porque ya apostó sobre seguro. Así, cualquiera…
Si yo fuera heredero de García Márquez no lo hubiera incinerado; le hubiera hecho un panteón al lado del de Eva Perón, en el cementerio monumental de “La Recoleta” . Si no hubiera sido por Argentina, por más que digan, hoy García Márquez sería un autor de segunda fila.


Resulta curioso que los editores, desde entonces, ya no despiden a nadie con cajas destempladas. Aprendieron la lección para siempre y todos escriben la misma muletilla para excluir un libro: “ A pesar de haber valorado las cualidades del manuscrito no entra su temática, de momento, en nuestros planes editoriales”.  Y se quedan pensando en lo ricos que fueron y adivinando el porvenir del libro electrónico.

sábado, 19 de abril de 2014

Fallecimiento de García Márquez

A propósito del fallecimiento de García Márquez, veo que todo mundo le llama Gabo. Yo nunca supe de tal apelativo. Supongo que sería familiar e íntimo. Para mí y mis coetáneos siempre fue simplemente García Márquez. Incluso a los dos profesores que tuve en Salamanca de “Literatura Hispanoamericana” -época del boom- nunca les oí lo de “Gabo”, pero es curioso que todo mundo dice que lo ha llamado siempre así, hasta los que no han leído ni un solo libro suyo.

Me faltaba por leer el discurso del Nobel, y he aprovechado hoy que lo han publicado algunos periódicos. Entre otras cosas habla de la soledad del pueblo de las distintas repúblicas americanas, y se autocalifica de “colombiano errante y nostálgico” tocado por la suerte. No cabe duda de que fue un fulano inteligente: no he encontrado ni un solo rasgo de acusar a españoles y portuguesas de  sanguinarios como me he encontrado tantas veces en otros Garcías y en otros Márquez latinoamericanos. Este señor ha evitado con el silencio las acusaciones  que se podrían volver contra sus antepasados.

Recuerdo a un ecuatoriano que en una conversación “amistosa”, sin  apenas venir a cuento, trató de zaherirme diciéndome que los españoles -y me señalaba con el dedo- habían masacrado  a los pobres indígenas de las selvas americanas, y a los que quedaron vivos les hicieron sustituir sus cerbatanas de caza por  tubos de hierro que disparaban con pólvora para matar seres humanos. Aquel fulano, casualmente se apellidaba Cepeda, Pérez, Márquez, García. Y simplemente le contesté que mis antepasados se quedaron en casa en los pueblines leoneses cultivando las tierras, que fueron los suyos los que se fueron a matar indígenas, según sus palabras, a lo que no pudo más que contestar con una sonrisa.

jueves, 17 de abril de 2014

La decadencia de Barcelona (2)

Yo fui testigo, hace cuarenta y tantos años, de que “mutatis mutandis”  Barcelona era a Nueva York, lo que Madrid era a Wasington. Barcelona era el referente artístico y cultural de toda España, cuando todos los bachilleres de España conocían el Parque Güell y el museo Picasso, y los más picaruelos el “Barrio Chino” donde no vivían chinos precisamente. Cuando los bachilleres nos esforzábamos por aprender un poco más de la lengua periférica. Cuando una de las 36 asignaturas de nuestra carrera en la Universidad de Salamanca era “Lengua Catalana”. Cuando desde Salamanca íbamos  al Liceo de Barcelona a oír a Alfredo Kraus y a Monserrat Caballé y cuando no encontrabas algunas partituras en ninguna parte de España más que en la librería Beethoven de las Ramblas. Una explosión humanística, artística y deportiva era Barcelona. Cuando ayer vi a Messi atolondrado  al trote de aquí para allá, me vinieron a la mente estos recuerdos. ¡O tempora, o mores!

martes, 15 de abril de 2014

Semana Santa en Málaga

El que quiera información sobre esta semana en Málaga que pinche aquí:
http://www.malagacofrade.com/

El arte barroco quedó petrificado en Málaga como un diamante engastado en una cruz de oro. A pesar de que se repite todos los años, se nubla la vista ante estampas únicas estos días de luna llena, mezcla del quehacer humano, de la devoción religiosa y de la Madre Naturaleza. Dice la leyenda que Dionisio, asombrado y confuso una tarde de un Viernes de la primavera del año 33, cuando vio que, de pronto, se oscureció el sol a media tarde, dijo en el Areópago de Atenas: “O la Divinidad padece o la Naturaleza se confunde, porque no puede haber eclipse de sol en plenilunio”. Por más que busquemos, no existe literatura más excelsa.

domingo, 13 de abril de 2014

Béjar, topónimo beréber-armenio


La actual iglesia del Crucifijo, en Puente la Reina, a 26 kilómetros de Pamplona, fue anteriormente denominada como “Santa María de Hortis”, “Nuestra Señora dels Ortz" o “Nuestra Señora de los Huertos”. Algunos autores defienden el origen de este apelativo por su ubicación en el “Barrio de los Huertos”, mientras otros creen que representa un símbolo Templario en honor a la Madre Tierra.
La imagen original de Nuestra Señora de los Huertos desapareció en 1834 cuando la iglesia se utilizó como polvorín de guerra. Pero no debemos de olvidar que está ubicada a la orilla del río más caudaloso de  Navarra. 
No conocemos ninguna descripción de la imagen aunque debemos suponerla de madera negra como todas la imágenes medievales y asiáticas que se han descubierto a lo largo de la historia.
  La denominación “La Virgen dels Ortz", con sus variables fonéticas de origen vulgar-popular “Ortis”, ha sido interpretada erróneamente como “La Virgen de los Huertos”. Más bien hay que interpretar como la “Virgen de las Aguas”.

El mismo tratamiento tendría el nombre del monasterio de "Santa María de Huerta", en Soria.

        Si no contáramos más que con esta palabra aislada, nuestras dudas  en cuando a su origen seguirían perennes, pero considerada en un contexto amplio lingüístico-histórico podemos vislumbrar caminos ciertos si consideramos el fuerte adoctrinamiento de los armenios y de su Teología Mariana sobre los cruzados, a los que les hacían encomendarse a la Virgen en las duras batallas de Oriente. Y más tarde a los templarios que defendían y custodiaban a los cruzados, haciéndose cruzados ellos mismos. 

         Los cruzados, los templarios y los armenios inundaron Francia y España de imágenes de la Virgen con el Niño, con tez morena con rasgos de mujer armenia y corona decorada con gruesas piedras preciosas al estilo asiático. El “souvenir” o recuerdo que traían a Europa era una talla de la Virgen a la que se habían encomendado y por la que creían firmemente que habían vencido en sus duras y cruentas batallas. Fueron tantos los éxitos bélicos que inundaron de vírgenes “negras” el continente europeo.
Con el exterminio de los templarios, todo lo que estuviera contaminado de cercanía templaria era denostado y despreciado, de tal manera que se destruyeron, se quemaron o se guardaron o se enterraron o transformaron esas cantidades de imágenes, aunque se conservaron algunas que con el correr del tiempo se han ido desenterrando, pero sobre todo, lo que encontramos ahora son restos lingüísticos en denominaciones como esta de la “Virgen dels Ortz”.
En armenio antiguo y moderno, “urti”, significa  abundancia de agua. 
En algunas de los 20 euskalkis (modalidades del euskera) la misma palabra significa también abundancia de agua, corrientes de agua y fuentes de mucha agua, en definitiva “aguas”.
En la época medieval del castellano naciente, la “u” breve tónica, según la corriente de la evolución de todo el vocalismo latino vulgar evoluciona a “o”, y los préstamos que se adhieren en esa época medieval participan de los mismos fenómenos evolutivos,  así que no es extraño que en el norte de España esa “u” evolucionara a “o”
Y la  “i” final se pierde con absoluta facilidad, o  bien, mantiene su articulación palatal titubeante entre consonante y vocal. De ahí que “urti” -que era el vocablo armenio que introdujeron los canteros  devotísimos de la Virgen, que traían junto con sus amicísimos cruzados y templarios, en la zona de Provenza y Reino de Aragón, que comprendía también la actual Cataluña-, se conservara en la lengua vasca como “urt” o “urti” y al designar a la Virgen al lado de un río caudaloso, se le llamara la “Virgen dels Orti” o la “Virgen dels Ortz”.
No es extraño que esta denominación se propagara con repoblaciones medievales  venidas de Francia y norte de España en oleadas humanas que ocuparían toda la zona de la Peña de Francia y la Sierra de Béjar, por lo que es explicable que aparezcan en esta zona nombres de santuarios o ermitas bajo la advocación de “La Virgen de Ortis”, transcrito por los clérigos  de un siglo más tarde como “Virgen de los “Huertos”, o “de las Huertas”, o “Santa María de las Huertas”. 
Pero en la Sierra de Béjar no son precisamente las huertas las que conforman el terreno como en extensos valles llanos, sino las rocas, las fuentes cristalinas, las aguas en definitiva.
Habría que investigar en Béjar arqueológicamente y paleográficamente el santuario de la Virgen del Castañar,  al lado de torrentes cristalinos que forman el río Cuerpo de Hombre, para comprobar si en siglos lejanos se llamó: “La Virgen  de las Huertas”, y  si hubo alguna imagen medieval morena, asiática, como todas las vírgenes de madera negra.
Desde mitad del siglo XIII  se venera en Villaverde del Río,  al lado del Guadalquivir, una pequeña imagen de no más de 12 cm. morena por cierto, y talla  con corona de bastas piedras preciosas, asiática en su arte, de Asia Menor, armenia para más señas. ¿Qué duda puede caber de que un intrépido templario la portara como mascarón de proa en la testuz de su caballo en la conquista de las riberas del Guadalquivir formando parte de las huestes del Rey Fernando III después de haber venido de Asia? Desde entonces, allí se venera donde se encontró, y donde la devoción popular ha adornado con múltiples leyendas. 
En una sociedad teocéntrica como la cristiana medieval,  de los recuerdos que podía traer un cruzado o un templario de tierras asiáticas, nada podía ser más estimado que una imagen tallada en madera oscura de una virgen armenia, de nariz larga y bellos ojos  grandes y rasgados.

Ahora bien, el templario que portara la imagen desde las tierras vasco-navarras hasta el Guadalquivir, tampoco dudó en propagar la traducción de su significado originario  de la “Virgen de las aguas abundantes”; y ya se encargó, a su vez, la devoción lugareña y popular de santificar las aguas para sus cultivos y orientar su devoción religiosa bajo la advocación de la “Virgen de las Aguas Santas”, en Villaverde del Río, en Sevilla. Es la misma “Virgen de los Huertos” en Fuente la Reina al lado de Pamplona, o que la posible “Virgen de las Huertas”por los alrededores de Béjar.
Tras el largo periodo de la Béjar musulmana,  (tengamos en cuenta que serían bereberes los que conquistaron Béjar en el año 713) sucede el episodio de los bejaranos vestidos con musgo para reconquistar la ciudad  que pasa  al dominio cristiano, y es precisamente en esta época en la que aparece  la denominación de la “Virgen dels orts”  que  por un proceso de la consabida etimología popular pasaría a denominarse “de las Huertas”, aunque hiciera referencia a las aguas abundantes del río de Béjar que nace en Hoyamoros  en los restos del glaciar de la sierra de Candelario, y se precipita furioso entre grandes guijarros.

Hay que seguir investigando la cantidad de  imágenes de “vírgenes negras” que aparecen  en Francia y España a partir de  la Edad Media, porque la Edad Media es el periodo que más secretos esconde de nuestra historia.

Por otra parte, hemos de considerar los agrupamientos beréberes del norte de África, como descendientes de cristianos caucásicos desplazados por las persecuciones que sufrieron  desde el comienzo del Cristianismo como religión oficial de Georgia y Armenia. al comienzo del siglo IV que se prolongaron durante toda la Edad Media, sobre todo a partir del siglo VIII. Algunos pueblos beréberes, durante la Edad Media, se extendieron por algunas zonas de nuestra Península.
Como no hay documentación directa de los atuendos de estos pueblos, hemos re recurrir a evidencias aunque sean indirectas, como tatuajes con la cruz de doble brazo o la orfebrería en atuendos femeninos.
Hay que destacar que el botón charro de plata de tierras de Salamanca sí que está documentado en fotografías del final del siglo XIX y principios del XX en mujeres beréberes africanas, signo inequívoco de una relación directa de los beréberes con el campo salmantino incluso antes de la fundación de Béjar, población fronteriza en el siglo XIII.
Abundando en otros aspectos como el lingüístico, tomemos el topónimo Béjar y tratemos de disecarlo por ver si añadimos elementos que confirmen nuestras hipótesis: todo parece indicar que el punto de encuentro de los descendientes de los cristianos perseguidos  en Georgia y Armenia, aun sin saberlo, confluyen en tierras salmantinas, las comprendidas entre Puerto de Béjar y los Arribes del Duero.
Muchas vueltas se le ha dado a la etimología de Béjar desde Menéndez Pidal  hasta mi maestro de Toponimia en la Universidad de Salamanca Don Antonio Llorente Maldonado sin resultados concluyentes. Al hilo de esta exposición, tengo que proponer la siguiente: procede de la composición de dos palabras. Una beréber, de una tribu del norte de África "bej-" que significaría "alto" o “elevado” Otra prestada del árabe  al beréber: “Sjar” que significa piedra. Por lo tanto, la originaria “Bejsjar” debió de significar “piedras altas” localizadas en la montaña.
Lo más desagradecido de una hipótesis de trabajo como esta es que no existe documentación escrita y tenemos que movernos entre investigaciones indirectas para concluir que la conquista de Béjar para el Rey cristiano la llevaron a cabo los “eusk-armenios” del norte contra los “bereber-armenios” del sur cuyos ancestros de ambos grupos, siglos antes de que sus descendientes se disputaran la ciudad de Béjar,  lucieron en Asia los mismos collares de medallas y los mismos  botones charros.

 Mujer armenia





Mujer beréber (Fijarse en el detalle del botón charro)

Nota: Después de publicar este artículo, me ha llegado información sobre la Iglesia de  “Nuestra Señora de las Huertas” junto a la muralla de Béjar, y sobre la Virgen del Castañar, reflejada en la “Historia de Béjar" del eminente intelectual y sacerdote don José Luis Majada Neila, que compatibilizó su labor de historiador con el ministerio sacerdotal en Béjar. (pag. 101, 105 y 106) de donde se extrae que, efectivamente, la imagen de la virgen  bejarana fue negra, avalada por canciones populares que utilizaron el eufemismo “morena” además de otras referencias bibliográficas.

Morena de las morenas
la Virgen del Castañar
en la hora de la muerte
ella nos amparará.







martes, 8 de abril de 2014

ARMENIOS, BEREBERES, (Desplazamiento hacia occidente y afianzamiento)





Mujer beréber (Los beréberes se llaman a sí mismos "imazighen"  que significa "hombres libres"

El último genocidio que ha soportado el pueblo armenio ha sido hace poco, en 1915;  pero el pueblo  cristiano armenio ha sufrido durante la historia numerosos holocaustos y persecuciones. Las más sangrientas -que se sepa- las sufrió durante toda la Edad Media, por lo que se vio obligado a huir en masa, por el norte del Mediterráneo hacia Europa con los Cruzados y Templarios que los acogieron en Europa, pues juntos  y en compenetración religiosa habían luchado por la misma causa. También huyeron por el sur del Mediterráneo, a lo largo de todo el norte de África y llegaron incluso a Canarias. A estos se les llamó bereberes. Eran los pueblos que se consideraron a sí mismos, libres, cuya libertad ha sido su insignia sempiterna.   De los que huyeron por el norte del Mediterráneo hasta Francia y España no tenemos ningún resto pictórico de atuendos,  lo que sí tenemos son restos lingüísticos, restos musicales, y la influencias en el arte, pero de los armenios antiguos y de los bereberes tenemos restos de tradicionales atuendos todavía conservados durante los últimos siglos. Una imagen vale más que mil palabras. De la orfebrería de plata mostrada en el botón charro de la mujer beréber,  que no es más que orfebrería armenia, tendremos ocasión de hacer comentarios.


Regroupant près de 400 cartes postales du début du siècle, L'Arménie d'Antan est une invitation au voyage dans le temps qui offre aux Arméniens et aux amoureux de l'Arménie de redécouvrir leur pays il y a plus d'un siècle. Sur les pas d'un orphelin à la recherche de ses racines, découvrez, au fil des pages de l'Arménie d'antan, l'album d'un peuple dispersé.
TRADUCCIÓN:
(Con cerca de 400 tarjetas postales de principios del siglo, “L'Arménie d’Antan" es una invitación al viaje en el tiempo que, tanto a los armenios como a los enamorados de Armenia, ofrece una manera de descubrir de nuevo su país de hace más de un siglo. Como tras los pasos de un huérfano en busca de sus raíces, descubrid, sobre las páginas de “L'Arménie d’Antan", el álbum de un pueblo disperso.)
  https://www.hc-editions.com/ouvrage,l-armenie-d-antan,1,13,9782357200227.html

viernes, 4 de abril de 2014

"Arzak", apellido vasco, es una palabra armenia.

Cuando oímos el antropónimo “Arzak” lo asociamos inmediatamente a la gastronomía por el apellido del famoso cocinero vasco.

Pero dicen los lingüistas vascos que “Arzak” es un apellido muy escaso y al que no se le encuentran raíces lingüísticas en ningún caserío, ni de España ni de Francia, ni relación alguna con ninguna palabra del euskara. Hay personas en América que conservan este apellido de los ascendientes emigrantes españoles a ultramar.


Escarbando un poco, encontramos una brizna de tesela del gran mosaico que yo busco, en la actual Nagorno Karabaj armenio;  y allí, además de toponímico lo encontramos como nombre común que, en la actualidad, con lo que esto conlleva dentro del proceso evolutivo de la lengua,  significa “leña” mutatis mutandis leves matices fonéticos propios de la lengua caucásica como palabra compuesta de "AR-KAKH" = "coge o recoge leña" o lo que es lo mismo: "el oficio de recogedor de leña del bosque".  Y se escribe  así: “Արցախ".

Incluso en la actualidad, el antropónimo Արշակ [Arshak] hace contundente la similitud. Lo que hace que la esquirla se convierta en una gran pieza del mosaico.

Arzacq-Arraziguet es una comuna francesa de la región de Aquitania en el departamento de Pirineos Atlánticos. Este topónimo es mencionado por primera vez en el siglo XVI


Arshak I, también conocido como Arsaces, fue rey de Iberia (La verdadera  y milenaria, esa sí que es milenaria, Iberia; la Iberia del Cáucaso) entre 93 a. C. y 81 a. C., año en el que murió. Fue el fundador en Iberia de la dinastía de los Arsácidos, no relacionados con la dinastía Arsacia de Partia y la más tardía dinastía arsácida de Armenia.
Hijo del rey Artavasdes I de Armenia, ascendió al trono de Iberia después del destronamiento y asesinato del rey Farnadjom de Iberia en el año 93 a. C. Se casó con una hija deMirian I de Iberia.
Bajo su mandato, Iberia se convirtió en un Estado vasallo de Armenia y perdió algunas de sus pronvincias del oeste a Cólquida.
Fue sucedido como rey de Iberia por su hijo Artag.




Nota: (Si alguien me pide la explicación del adelantamiento de la “velar oclusiva sorda” hasta interdentalizarse, se lo daré  a él solo. Es un asunto lingüístico con el que no quiero aburrir a los que no sean amantes de las evoluciones fonético-linguísticas)