miércoles, 29 de enero de 2014

La culpa es de todos

Nunca se me ha ocurrido opinar de política, más que votar en cada momento el programa que más me ha gustado. De lo que siempre he opinando es de lo que sé: de institutos de Bachillerato y algo de libros. Pero  hoy voy a opinar, ya que  el colega Reverte opina y yo no estoy de acuerdo con él. Dice que la culpa de lo que pasa  la tiene Rajoy. Pues, no señor. Otros le echan la culpa a Jose Luis, otros a Jose María y otros a Felipe. En todo caso, podríamos seguir hasta Carlos II el hechizado.  Estos hombres no son la causa de nada sino la consecuencia.  La culpa está muy repartida como la pedrea de la lotería de Navidad. ¡Fuenteovejuna, señor! 


Se empieza de bromas y se termina de veras.
-Se empezó de bromas a llamar a España “Este País”
-Empezaron de bromas a presumir de “rojos” los que habían sido flechas de la OJE.
-Se empezó de bromas a llamar progresistas a los maestros andaluces, castellanos, extremeños que ejercían en barrios de Barcelona gritando “Volem l`estatut” por dárselas de progres izquierdosos.
-Se empezó de bromas a identificar rigor, estudio, orden interior, y matrículas de honor, con hábitos franquistas.
Se empezó de bromas a confundir la unidad de los españoles con dictadura militar, y a separar a los españoles por regiones a las que se llamó autonomías.
Se empezó de bromas a identificar la bandera española con un símbolo fascista.
Se empezó de bromas a llamar “fachas” a los que no consideraban héroes a Lenin y Stalin.
-Se empezó de bromas a gritar “gora ETA” en las universidades españolas porque era un lema antifranquista.
-Se empezaron de bromas tantas cosas... que se nos ha helado el corazón y la sonrisa.

(De mi eterna tercera novela inédita en preparación. Uno de los personajes lo piensa en alto escribiendo una carta.)

lunes, 27 de enero de 2014

Contestación a Arturo Pérez Reverte.

Arturo Pérez Reverte:
Real Academia Española. Madrid

Vamos a llorar juntos, amigo. No sabes lo que siento que, con esto de la internet, hayan caído en picado las superventas de tus libros. El año 1993 le advertí a Sánchez Dragó de lo que se avecinaba. Se echó tal risotada que casi se cae de culo. Me decía que el papel es el papel, que huele a tinta y se manosea… y no sé cuántas cosas, y que cómo me atrevía yo a presentarme a premios tan importantes como el “Planeta”, que antes fuera a los juegos florales de Guadix al concurso de relato corto, y a la hoja parroquial de Plasencia, palabras textuales. Supongo que se estará acordando de aquella conversación que tuvimos en el hotel Princesa Sofía de Barcelona. Pero no le eches la culpa ni a Rajoy ni a Zapatero, que de libros no saben nada; échanos la culpa a los que tú llamas escritores modestos porque, con esto de que la gente lee lo que quiere y no lo que le digan unos grandes almacenes ni un mangante al que llaman crítico literario que participa de la misma pomada que los superventas, como tú te calificas, están cambiando las cosas .

Yo creo que gracias a las nuevas tecnologías se difunde la lectura de poemas y novelas sin tanto dirigismo. Nunca se había escrito tanto, y tan bien, a pesar de los pesares. Yo le llamo la generación de internet, puestos a llamarle algo a esta pléyade “internética” de escritores que, sin duda,  pasará a la historia de la literatura.

No te creas que se piratea tanto, hombre. Antes, las instituciones oficiales compraban un libro para la biblioteca del pueblo  con el dinero de todos y  ya lo leía gratis todo el barrio. Es el mismo efecto que el actual pirateo. Lo que pasa es que ahora la gente no se fía de los críticos que cobraban buenas comisiones de los superventas por escribir en los magazines de los domingos, elogios muchas veces infundados cuando no pestilentes; y los bobos tenían que presumir de haber leído tal o cual libro y si acaso firmado por el autor en la feria del libro. Ahora, esos mismos bobos que antes gritaban “yankke go home” han cerrado el pico porque todos pasean su “Ipad-meid-in USA” bajo el brazo y “klikean” el libro que les da la gana por dos o tres euritos y no por 30 eurazos que cuesta un libro superventa en esas estanterías tan vistosas. Igual no son tan bobos. A ver si nos vamos a pesar de listos….
¿No proclamabais la socialización de la lectura? Pues ahí al tienes, querido. Por cada lector que deja de leer un libro de un superventas, uno que aumenta para un modesto. Pero vamos a dejar de llorar que por lo menos los superventas de antes tenéis ya lo suficiente para vivir de las rentas, y los modestos, como tú nos llamas y que hemos pasado de cuatrocientos lectores a  cuatro mil, gracias a internet, ya comemos proteínas una vez a la semana—admite la metáfora—, qué alivio haber dejado atrás aquel ayuno a pan y agua,y muchas veces sufriendo trampas de los poderosos. Por lo menos ahora, la cosa está más repartida. Algo es algo en este baile.


Post Data: Ah, y dentro de unos días publicaré en internet “El Baco”, aquella novela que llegó a la selección final del premio Planeta y quedó casi en el olvido de no más de dos mil lectores, porque me hizo una trampa infame, rondando lo nauseabundo, el mayor de los  autores superventas y premio Nobel, quien, como plañidera, también se lamenta.

Esta carta es contestación al siguiente artículo que publica hoy Arturo Pérez Reverte.


Ese fulano (quizás usted) me roba 
Arturo Pérez Reverte
El otro día, en Twitter, un bobo escribió algo que me tiene caliente: «La cultura debe ser de acceso libre y gratuita». El fulano criticaba un artículo de Javier Marías en el que éste, con argumentos de peso y conocimiento del asunto, señalaba el grave perjuicio económico que para editores, libreros y autores supone la piratería electrónica en España: uno de los países europeos donde, con desvergonzado beneplácito gubernamental, más impunemente se piratea literatura en la red; hasta el punto de que las ventas cayeron el año pasado hasta el 70% del anterior, con el desastre que eso supone para cuantos viven de la industria del libro.

Y ya que hablamos de desvergüenza y gobiernos, palabras sinónimas, no estaría de más recordar que Ignacio de Luzán, literato aragonés, escribió en el siglo XVIII: «Sólo un Estado organizado y fuerte, liberal y protector con sus artistas, pensadores y científicos, es capaz de proveer al progreso material y moral de la Nación». Dejando aparte el toque absolutista propio de su tiempo, la idea básica sigue siendo válida, y explica muchos males de ahora. Sin cultura no hay educación, sin ésta no hay futuro, y los gobiernos -en democracia, con la colaboración de los ciudadanos responsables- deben garantizar su desarrollo y beneficios generales.
En España ocurre todo lo contrario, y sobre todo con el gobierno de Mariano Rajoy -tan aficionado, por otra parte, al fútbol y al ciclismo- que en materia de cultura hace que Zapatero y su chusma de iletrados e iletradas parezcan la escuela de Atenas. En vez de garantizar la cultura y proteger a sus creadores, esta pandilla desprecia todo lo relacionado con ella, y lo hace de un modo tan infame que acabas preguntándote si tiene cuentas por saldar. En un país donde un producto cultural tiene el mismo trato fiscal que una camiseta de Zara; donde a un director de cine, a un músico o un novelista el ministerio de Hacienda los mete en el mismo grupo que a actrices porno, futbolistas o pedorras de la telebasura, el ministro Montoro encabeza, desde el primer día de gobierno del Pepé, una campaña de acoso e intimidación fiscal nunca antes vista a cuanto tiene que ver con la cultura. Exprimirla sin miramientos, es la idea. Pero a nadie, ni en este miserable Gobierno ni en el anterior, se le ocurre nunca proteger sus derechos. Su trabajo. Su futuro.
Lo contaba Javier Marías en el artículo que mencioné antes. Dos años de esfuerzo en una novela obtienen a cambio el 10% sobre su precio. Si la novela se vende a 20 euros, el beneficio para el autor son 2 euros por cada libro: 10.000 ejemplares vendidos supondrán 20.000 euros de salario por dos años, lo que no es demasiado, sobre todo si se tiene en cuenta que cuando alguien invierte dos años de su vida en escribir una novela, nada le garantiza que ésta vaya a venderse. Eso, sin contar viajes, materiales, inversiones previas necesarias para escribir la obra. En cuanto al libro electrónico legal, si el precio es de 8 euros, el beneficio para el autor será de 0,80 euros. Eso significa que cada lector que baje por la patilla esa novela de la red le estará robando a Javier, a mí, a quien se dedique a esto, entre 0,80 y 2 euros, según el soporte. Lo que significa que 5.000 lectores piratas, a cambio de libros gratis que quizás ni lean, habrán robado al autor entre 4.000 y 10.000 euros. Sin contar el daño hecho a editores y libreros, y a quienes para ellos trabajan. Porque no hablamos sólo de autores, sino de toda una compleja industria y de los miles de personas, empleados y sus familias, que viven de ella.
Algo semejante ocurre con músicos y cineastas. Por eso se desploma el mercado de la cultura, entre quienes la consumen menos y quienes no pagan por ella. Hay esfuerzos y gastos previos imposibles si la rentabilidad es poca. Fabricar cultura es un trabajo como cualquier otro, y exige una remuneración adecuada, sobre todo si ese trabajo es tu medio de vida. Además, un escritor o un artista suelen tener fecha de caducidad, como los yogures, y tal vez esa persona aún deba vivir muchos años de lo que ganó en un momento de éxito. Creer que la cultura es algo que los autores fabrican en ratos libres, por diversión y sin esfuerzo, es una estupidez en la que incurren muchos. Así que calculen lo que pasa cuando las ventas legales caen en picado. Y si eso sucede con autores superventas, que aún se las apañan, consideren lo que espera a los autores modestos. Quién podrá permitirse, de aquí a nada, dedicar dos años a crear algo sabiendo que después no cobrará por ello. Imaginen a un abogado, un arquitecto, un fontanero, a los que no pagaran sino tres de cada diez clientes. Si este trabajo lo quieres gratis, dirían, que lo haga tu puta madre.

jueves, 23 de enero de 2014

La ley del aborto

La mejor ley sobre el aborto es la que no existe. Y que cada cual obre según sus convencimientos. Con ley y sin ley, cada cual va a seguir haciendo lo que quiera, sobre todo los que dispongan de medios… como siempre… Si se generaliza el aborto, la ley de la Naturaleza (esa sí que es LEY con mayúsculas) ya creará, dentro de unos miles de años, un mecanismo de defensa, por el que el feto creará espinas o anticuerpos o lo que sea para defenderse y prosperar, sea fruto del amor o de de violación de una virgen….

Hasta ahora, el feto ha sido indefenso porque nadie sabía cómo entrar a dañarlo. Estaba bien protegido por esa LEY implacable. Por eso, todos nosotros somos descendientes de violadas  y de cobardes, porque a los valientes no les dio tiempo a reproducirse: murieron todos en la primera línea de cualquier batalla. Esa es la razón por la que la especie humana degenera por más que nos creamos que avanza. Si se hubieran reproducido los valientes, seríamos todos valientes, elemental y pura genética. Los fetos, nuestros fetos, prosperarán por más perrerías que les hagamos. Si no, al tiempo....

Euskera y Castellano. Estudio de la palabra "plaza"

Un comentarista del artículo JUEVES, 12 DE JULIO DE 2012
"El euskara lo trajo un tal “Tuual” de Armenia" me sugiere estudiar la semejanza fonética de la palabra “plaza” con la misma palabra en lenguas eslavas. Y de momento le contesto esto:


 La palabra “plaza”  puede ser un punto inicial de investigación por las curiosidades que presenta:

La ciencia lingüística evolutiva según los cánones del siglo XIX y XX, la suele despachar observando en ella dos fenómenos lingüísticos,  “grupo p+l inicial”, y “t+ yod”,  anotando las soluciones de esa evolución en las distintas lenguas románicas.  Pero el profesor Pensado Tomé, nos decía en clase, en los años 70, citando  a Lausberg, que palabras como “plaza”, (portugués “praça” ) se suelen tomar como cultismos y se las despacha sin  estudiar más consideraciones, ya que tendría que haber evolucionado a “llasa”, o "llaza". No hay que dejarse llevar por el camino fácil y es preciso profundizar y rastrear todas las conexiones que a lo largo de la historia puede haber tenido, utilizando todas la ciencias auxiliares para su desmenuzamiento y comprensión.  “La aclaración, en estos casos,  es de incumbencia de cada palabra”, cito a Lausberg, y no podemos asignarle leyes fonéticas generales. No se puede despachar sin más  metiéndola en el saco de  todas las palabras de similares características. Por eso la sugerencia del comentarista anónimo de este blog para estudiarla  es valiosa al traer a colación “plotshëd” ruso, y creo que semejante solución fonética en otras lenguas eslavas, como regiones de Ucrania y Cáucaso del norte.

Desde luego, para empezar, consideremos que en castellano no hay documentación  de la palabra “plaza” hasta mediados del siglo XII. y que en francés, catalán, y galaico-portugués son cultismos muy modernos, ya que sus palabras patrimoniales derivaban, en estas lenguas, del latín “cuadratum”. Sin embargo, en castellano, saltándose todas las leyes fonéticas, sobre todo en lo referente a la palatalización inicial, conserva hasta hoy ese grupo consonántico inicial, igual que en euskera "platza". Así que no puede ser un típico cultismo entronizado en el Renacimiento. Hemos de comenzar asentando que una de tres: o el euskera presta la palabra al castellano; o el castellano la presta al eusquera; o es concomitante el comienzo del uso de la palabra “plaza”. Seguiremos comentando.

http://www.jgcastrillo.com/2012/07/el-euskara-lo-trajo-un-tal-tuual-de.html#comment-form

jueves, 16 de enero de 2014

San Jorge. documentación. Era 1175, año: 1137

"Consacrata est hoec ecclesia a Sanctio Callgurrensis sive Nagerensi episcopo in honore Sanctae Mariae Virginis, et Sanctae Crucis, el Sancti Joannis, Sancti Thome Apostoli, et Sancti Luiani, et Sancti Georgi, et Sanctorum Quirici et Julitoe, et Sancti Christophori, et Sancti Emiliani, et Sanctae Eufemiae, et Sancti Salvatoris, et omnium sanctorum. In Era MCLXXV kalendis Augusti"

(Pergamino encontrado en la ermita  de Santa María de la Piscina, en Peciña. El más antiguo que conozco con referencia a San Jorge.)

La mujer armenia y la mujer beréber

La importancia de la mujer en la cultura armenia, no nace precisamente en la era soviética, a pesar de haber sido la República de Armenia, soviética, una de las pioneras en establecer el derecho no sólo de votar sino de ser votada para regir la sociedad, por lo que fue uno de los parlamentos en los que más mujeres comenzaron a ser legisladoras.

La importancia de la mujer en la sociedad armenia radica incluso antes de la era cristiana. Recordemos que Armenia fue el primer estado, anterior a Roma, que instituyó el Cristianismo como religión oficial del estado. Y algo más tarde, a partir del siglo V, entronca con lo proclamado por la Iglesia de Efeso en un concilio de gran importancia en cuando  a la preponderancia de la mujer, cuyo modelo era la Virgen María, madre de Jesucristo, tan importante desde el punto de vista teológico de la “Redención” como el mismo Jesucristo. De tal manera que el código de Shahapivan, a pesar asentarse sobre una base patriarcal, concede a la mujer derechos consuetudinarios antiguos que hasta entonces no estaban establecidos en las leyes.

La importancia de la mujer en la vida social y familiar no la abandona el pueblo armenio nunca, incluso cuando, como pueblo, tiene que huir de las persecuciones y genocidios desparramándose por el norte de África. 

Esta preponderancia de la mujer se mantiene en los bereberes, descendientes de armenios caucásicos a través de los siglos, incluso hasta nuestros días en los bereberes-tuaregs, incluso en los que por ese influjo poderoso de la religión islámica han sucumbido a su raíz cristiana y se han mimetizado con el Islam.


Esa raíz tan profundamente cristiana la ha llevado el pueblo armenio allí a donde ha sido expulsado y maltratado en algunos casos y asentado  y acogido en otros, tanto en el norte de África como en el Sur de Europa, especialmente en los Pirineos y tierras Vascongadas.

viernes, 10 de enero de 2014

El aborto que nadie discute (Cuento ilustrado)

Era un niño muy bueno, al que le gustaba dibujar. Tenía siete años. Pasaba horas muertas en su mesa con los lápices  de colores, rotuladores y los “rotrings”.

Un día me enseñó su último dibujo: un billete de mil pesetas que me había pedido para dibujarlo.
“¡Qué bien! Serás un buen dibujante!” -Le dije.



El día siguiente me pidió un billete de dos mil. Y también me sorprendió su destreza.



Al cabo de dos semanas, lo había dibujado y pintado por las dos caras:




Empecé a preocuparme, y lo dejé... que terminara el trabajo a ver qué hacía. Guardó su billete en la cartera del colegio. Supuse que sería para mostrársela a sus amigos. Y se me olvidó por completo el “affaire” del niño.

El curso siguiente, el Banco de España cambió el formato de los billetes y le vi el siguiente dibujo entre sus tesoros infantiles en una carpeta repleta de bocetos.




Me explicó cándidamente que ya no tendría que pedirme más dinero, que lo haría él, con un poco de paciencia. Ésta era sólo una  cara. Había hecho la prueba de arrugar su trabajo y romperlo un poco para que pareciera usado...
Intenté convencerlo de que había que abortar la carrera hacia la delincuencia, de que eso era un delito.

¡No podía entender que fuera delito, con el trabajo que le había costado!

Tuve que decirle que se podía quedar con todos los dibujos para el recuerdo, menos con el último de mil pesetas, y que no dibujara la otra cara; y que si no quería darme el billete por las buenas, tendría que arrebatárselo por las malas, abusando de mi autoridad paterna.  Desde aquel día tuve que encauzar sus habilidades hacia fines nobles. Menos mal que aborté el camino hacia la cárcel... y hoy va al MIT a impartir docencia.

Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.