lunes, 28 de abril de 2014

El Santo Grial de León

Un periodista de León, Eduardo Aguirre,  publicó un articulo sobre el tratamiento que dio un programa de TV al renombrado  Santo Grial de la Colegiata de San Isidoro, a raíz del cual surgió en Facebook este diálogo:

Javier Tascón Fernández Edu, estoy de acuerdo contigo. Pero ¿no resulta extraño que un hallazgo tan "descomunal" no se haya publicado en una revista científica seria o en algún reputado medio internacional, tal como exigiría semejante "descubrimiento"?

Eduardo Aguirre
Eso es lo primero que me plantee yo. Al parecer, se quería hacer una rueda de prensa a lo grande pero el Diario de León se adelantó, según me contó la propia Margarita Torres. Personalmente, creo que se está llevando a terrenos puramente promocionales del libro, aunque sea legítimo, algo que por su trascendencia debía mantenerse en un ámbito más científico, histórico y religioso. Yo mismo he escrito en numerosas ocasiones sobre hallazgos que dan la vuelta al mundo, tras rueda de prensa solemne o publicarse en Nature. Por ejemplo, todo lo del Big Bang. En fin, eso es lo que he querido transmitir en la columna, sin caer en una crítica muy destructiva.Una cosa es que la Universidad abandone su burbuja de aislamiento y otra caer en la fritanga esotérica. Creo que Margarita debería debatir con sus iguales.


Toño Benavides Buscar el cáliz de la última cena es algo así como buscar las pantuflas de Papá Noel.


Jesús García Castrillo Pero la tal Margarita lo ha hilado muy bien... El "hat" del dichoso pergamino es lo que canta un poco, pero no importa, no se enseña y santas pascuas. El mensaje es lo que cuenta como decía Bultmann. Creando fe, lo demás son cuentos chinos... No sé si me explico.... Saludos


Jesús García Castrillo Tesis y tesis doctorales -de letras, claro- calificadas “cum laude”, argumentando y sosteniendo postulados axiomáticos cuyo fundamento es la autoridad de Herodoto, de Polibio, de Plinio (ambos), de Ptolomeo, y no existe ni un solo escrito de estos supuestos autores… Y ahora resulta que vamos a cuestionar algo tan evidente como que un cacharro de piedra sin esquirla que está ahí, caray, que es una pieza de vajilla grecorromana de hace veinte siglos, en nuestro San Isidoro, forrado con la mejor orfebrería de oro y las mejores gemas de la reina con nombre de pájaro con hábito de dominico. No, no… auténtico y muy auténtico, sólo faltaba… tan auténtico como las pinturas del techo que lo representan, que las pintó quizá un tal Cristianus Castrellus y que para más autenticidad no quiso, por humildad ciega que apareciera su firma por ninguna parte. Además con documentación de nuestro don Fernando “el primero”, del reyezuelo moro de Denia, del mismísimo Sultán del Nilo y, por supuesto, de Saladino destruyendo el templo del Santo Sepulcro -todo documentado y bien documentado- y usurpando la reliquia más preciada de la religión cristiana. Reliquia por reliquia, prefiero esta con valor intrínseco que un garabato de Picasso por el que se vende el alma al diablo… No hay duda: es el mismísimo Santo Grial, depositado muy cerca de la virgen Blanca, que eclipsó a todas las morenetas que trajeron como trofeos de batallas los templarios, entre otros, los de Ponferrada, como recuerdos de sus triunfos guerreros en Asia. Para Margarita, mi incondicional apoyo. Con lo difícil que es escribir un libro… qué más da que la prosa tenga forma de ensayo o forma de novela…Reitero lo de Bultmann: el mensaje es lo que cuenta. Saludos.


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