viernes, 4 de julio de 2014

Conversaciones de padre e hijo en Facebook:


Pablo, hijo, si en vez de trabajar tanto en ese invierno de eternas nieves para seguir enriqueciendo a la señora Merkel,  tuvieras tiempo de ver televisiones de distintas castas,  te hubieras partido de risa. Resulta que a tu tocayo le salió una defensora, con ojos rasgados como si fuera asiática, guapilla ella, o por lo menos una obra de arte de su maquilladora, también con muchos sobresalientes -como dice mi amigo Tomás-, en muchas carreras, muchos másteres en los Estados Unidos y hasta un curso on-line en Harvard, todos de letras, claro… -A estos los quería yo ver con el Cálculo y el Álgebra de primero y segundo de cualquier ingeniería, a ver si pasaban a tercero-. Pero bueno, no voy a eso, voy a que la chavala le decía a Betín Orborne que es que a su defendido Pablo lo “transgiversan”, sin broma y sin entrecomillarlo en el aire -como hacen los enteradillos cursis- con los deditos en ristre. ¡Buenísimo! El chavó del toro de España se reía y yo me desternillaba…

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