Hace 22 años, no uno di dos, sino muchos lectores de mi novela “El Baco” me aseguraban que no le habían dado el “Premio Planeta 1993” en Barcelona por “ideologista” y, sobre todo, por haber puesto en boca de un personaje esta frase: “…el catalanismo será la perdición de nuestra querida España…”.
Yo contestaba contundente que no, que no le dieron el premio porque estaba de colega competidor el novio de Isabel Preysler y que la discusión final del jurado -que si “El Baco”, que si “la novela del novio de la viuda de Boyer”- fue una pantomima simulando una discusión encarnizada de los miembros del jurado dividido entre los partidarios de "El Baco" y los partidarios de "Lituma en los Andes". El artículo de “El PAÍS” de ayer 22/09/2015
dice entre otras cosas: “…la Conferencia Episcopal Tarraconense, en la que están representados todos los obispos catalanes, emitió un comunicado declarando la “legitimidad moral” de todas las opciones políticas; recordando su “amor por la patria catalana”
El personaje de “El Baco” habla también de unos curas de Tarragona, de Tortosa para más señas, y abunda en lo del “catalanismo dichoso” *** atribuyéndoles la cizaña de la división de España y eso que por el año 1993 la ETA mataba sin piedad y todo el mundo decía que la ETA había nacido en las sacristías.
¡Capaz que los miembros del jurado entrando y saliendo entre cámaras de TV, en aquella cena infausta en un hotel de Barcelona, nos tuvieron en vilo hasta última hora, porque unos curas catalanes, tarraconenses, de Tortosa, eran los de la cizaña separatista… capaz…. sabiéndolo el personaje y el autor "in albis"...!
*** “El Baco” , Ed. EDINFORD, pág 27.
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