Un poco de Teología:
No sé si es cierta la anécdota pero me ha valido cuando, leyendo la Biblia, me salieron mis ultimas reflexiones al relacionar ciencia Lingüística y Evangelio teológico de San Juan.
Un hombre de unos 70 años viajaba en tren y aprovechaba el tiempo leyendo un libro...
A su lado, viajaba un joven universitario que también leía un voluminoso libro de Ciencias...
De repente, el joven percibe que el libro que va leyendo el anciano es una Biblia y sin mucha ceremonia, le pregunta:
-¿Usted todavía cree en ese libro lleno de fábulas y de cuentos?
-Sí, por supuesto, le respondió el viejo, pero éste no es un libro de cuentos ni de fábulas, es la Palabra de Dios...¿Ud. cree que estoy equivocado?
-Claro que está equivocado...Creo que Usted, señor, debería dedicarse a estudiar Ciencias e Historia Universal...Vería cómo la Revolución Francesa, ocurrida hace más de 100 años, mostró la miopía, la estupidez y las mentiras de la religión...Sólo personas sin cultura o fanáticas, todavía creen en esas tonterías...Usted, señor, debería conocer un poco más lo que dicen los Científicos de esas cosas...
- Y dígame joven, ¿es eso lo que nuestros científicos dicen sobre la Biblia?
-Mire, como voy a bajar en la próxima estación, no tengo tiempo de explicarle, pero déjeme su tarjeta con su dirección, para que le pueda mandar algún material científico por correo, así se ilustra un poco, sobre los temas que realmente importan al mundo...
El anciano entonces, con mucha paciencia, abrió con cuidado el bolsillo de su abrigo y le dio su tarjeta al joven universitario...
Cuando el joven leyó lo que allí decía, salió con la cabeza baja y la mirada perdida; en la tarjeta decía:
Profesor Doctor Louis Pasteur,
Director General Instituto Nacional Investigaciones Científicas Universidad Nacional de Francia.
(Hecho verídico ocurrido en 1892)
"Un poco de Ciencia nos aparta de Dios. Mucha, nos aproxima".
Dr. Louis Pasteur
Probablemente Louis Pasteur, iría pensando en el Evangelio de San Juan que fue escrito en griego y sonaba algo así: " En archē ēn ho Lógos, kai ho Lógos ēn pros ton Theón, kai Theós ēn ho Lógos"
PRIMERA BIBLIA en latín: In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum, et Deus erat Verbum.2 Hoc erat in principio apud Deum.3 Omnia per ipsum facta sunt: et sine ipso factum est nihil, quod factum est.4 In ipso vita erat, et vita erat lux hominum:5 et lux in tenebris lucet, et tenebrae eam non comprehenderunt. ( Evang, de San Juan, 1, 1)
TRADUCCIÓN:
En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. El estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin Él, nada de los creado llegó a existir. En Él estaba la vida y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en la oscuridad, y la oscuridad no ha podido apagarla.
La palabra "LOGOS" en griego tenía muchos significados; sólo hay que abrir el diccionario y verlo. Significaba "razonamiento", "inteligencia", "concepto", "palabra", "dicho" etc.. .
Pasteur también se detendría a reflexionar el el capítulo 8, donde dice que el mismo Jesús se revela fuera de este mundo, es decir en otra dimensión fuera de lo creado.
Si el evangelista San Juan escribiera hoy, para expresar el origen de todo, no recurriría ni al big-bang ni a la palabra griega Logos. Hubiera escrito: “Antes de todo existía un “fonema”,existente fuera de nuestra dimensión del espacio y del tiempo, unidad mínima de cualquier lenguaje, imagen lingüística que más se puede asociar a la extradimensión de nuestro ser e inteligencia, unidad de rasgos distintivos, que no sonido.
El hagiógrafo no encontró mejor expresión, que el “Logos” palabra griega más parecida a lo que la ciencia Lingüística ha dado en llamar “signo lingüístico”.
Pero el signo lingüístico, desde el siglo XIX, se ha descuartizado todo lo posible y en esa autopsia intelectual se han descrito dos realidades, o lo que es lo mismo: el signo lingüístico consta de dos partes a la manera de las dos caras de la misma moneda: “significante y significado.
Ahora bien, estas realidades lingüísticas ya están creadas e insertas en nuestra dimensión, así que el primer elemento, que fue el fonema al que el evangelista llama Logos, ya lo considera fuera de nuestra dimensión, por eso de ese elemento fonémico deriva la existencia creada por Él con mayúscula.
San Jerónimo lo traduce por “Verbum” pero cuanto más se traduce, más se aleja de la primera concepción de lo que ya existía incluso afuera y antes del comienzo del espacio y del tiempo.
Al traducir al español “Verbum” , le llamamos “ palabra” , cada vez más distante de ese elemento fonémico primigenio creador de nuestra dimensión material, de esta materia que se expande hacia el infinito opuesta a su antimateria.
El hagiógrafo escribiría hoy que ese fonema, o lo que es lo mismo, ese elemento primigenio entró en la dimensión creada y se hizo hombre y habitó entre nosotros, ( et Verbum caro factum est) a pesar de que venía de la extra dimensión de la materia, para decirnos que cada conciencia individual es libre y responsable de sus actos en esta nuestra dimensión espacio-temporal, pero que a la postre volveremos todos a la extra-dimensión en la que fuimos creados.
El Cap. 8, del Evangelio de San Juan es claro y contundente: recalca Jesucristo diciendo "yo no soy de esta dimensión; y lo trata de explicar con la metáfora del Padre y del Hijo. diciendo que son una misma cosa, que El Padre no es de esta dimensión espacio-temporal y que el Hijo, Jesucristo, viene del Padre, y se encarna en esta nuestra dimensión, pero que su misión es venir del fonema creador para volver a fusionarse en Él.
Todos procedemos de la nada. O para expresarlo con el torpe lenguaje humano, procedemos de la decisión de un haz de rasgos distintivos, de un razonamiento, de un significado sin significante, sin sonidos. El significante incrustado en el significado para formar el primer signo lingüístico ya fue producido por el absoluto y primigenio origen del significado , y a partir de ahí de esa primera mitad de la palabra, en griego, el Logos, el significado, explotó lo que los físicos llaman la materia con su antimateria que se sigue expandiendo dentro de esa nada absoluta e infinita. Somos creados como producto y decisión de ese primer ser creador al que le llamamos Dios concepto, de un significado que es parte de un símbolo imaginario. ¿ Será que nuestro destino es fusionarnos con nuestro principio: con ese concepto del que procedemos?
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