miércoles, 15 de noviembre de 2017

En el medio está la virtud

Los extremos viciosos en las relaciones humanas son malos. “En el medio está la virtud cuando los extremos son viciosos”, repetían los romanos para no olvidar la frase atribuida a Horacio, y que los jurisconsultos romanos tenían siempre en cuenta.
En nuestros días, con el barullo que han liado, los dos extremos son: 1) desmembrar y  romper lo que siglos costó construir, la unidad de los españoles. 2) mantener esa unidad por medio de una dictadura militar.

Los ciudadanos de a pie, y “de a coche”, y de todos los medios de locomoción pensamos que el artículo  sexto de la Constitución, lo votamos todos los españoles precisamente para mantenernos en el medio y que no fueran permitidos los extremos.

Por lo tanto, por lo menos los que votamos esta nuestra Constitución pensamos que no se han de permitir partidos que lleven en su programa  cambiar la ley para romper España, y tampoco han de ser permitidos los partidos que lleven en su programa instaurar una dictadura militar  para que un partido único preserve así la unidad de España.
Nuestra Constitución, la del artículo seis y la del seis de diciembre está en el medio, en la cordura.


“In medio virtus est quando extrema vitiosa sunt”. (Horacio)

viernes, 29 de septiembre de 2017

Es difícil engañar a los viejos.

Cuando los poderosos confunden intencionadamente  al pueblo para tenerlo dividido y así seguir ellos en la vagancia, la poltrona y la mamandurria a costa del trabajo y sacrificio de ese pueblo, se me revuelven las tripas. Yo recuerdo cuando el clero catalán dominaba moral e intelectualmente al pueblo y les hacía corear: “Volem bisbes catalans”, porque tenían en Barcelona un obispo de Valladolid, al mismo tiempo que enviaban obispos al resto de España, como el de Astorga de aquellos  mismos días Antoni Briva y Miravent. A los viejos les es mucho más difícil engañarnos.

jueves, 7 de septiembre de 2017

Conseguimos la libertad






Cuando yo era un chaval se inauguraban pantanos, se plantaban pinos en todos los montes, los labradores tenían aseguradas las cosechas con el Servicio Nacional del Trigo, Quien más o quien menos íbamos adquiriendo un coche. Los gobernantes de la dictadura implantaron la Seguridad Social y otros muchos adelantos, pero no había LIBERTAD. 

Cuando yo estudiaba bachillerato las fotos eran grises. El color empezó cuando ya estaba en la Universidad.

En toda esa época, había muchos que  estaban por encima de la ley. Que la ley estuviera por encima de todos es por lo que nos esforzábamos en la Universidad, además de estudiar. Estas fotos son de aquellos años.
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A mí, por suerte, sólo me costó sudores, discusiones y carreras delante de los “grises” -así llamábamos a la policía armada de Franco-; a otros de mis amigos y colegas les costó lágrimas, a otros cárcel, a otros sangre.
Sí, eso nos costó a los estudiantes universitarios y profesionales primerizos. ¿Que qué? Pues nos costó mucho conseguir que nadie estuviera por encima de la ley que democráticamente aprobáramos entre todos cediendo cada cual un poco de terreno para un entendimiento total, pensara cada cual lo que pensara.

Yo creo que a quien no haya estado en nuestra piel le será difícil asimilar tan grandioso y costoso logro: “Que nada ni nadie esté por encima de la ley por muy rico o poderoso que sea, o incluso por mucho que vote una mayoría si esa votación se sitúa fuera de la ley. Quien está fuera de la ley es un golpista irredento ”. 
Mira que es fácil entender esto. Pues no señor. Hay quien no lo entiende, supongo que porque se lo encontró todo conseguido y nunca tuvo que esforzarse por conseguir la libertad  y nunca ha puesto nada de su parte ni para conseguir  ni para conservar el gran logro, y por eso no repara en destruir lo conseguido por nosotros, sus mayores.

Un futbolista del Barça, en el año 2014, como ni siquiera se imagina lo que nos costó el que nadie estuviera por encima de la ley, se expresaba a favor de transgredir la ley, y que fuera de la ley, podría llevar a separa las cuatro provincias catalanas de España,  y yo le explicaba de la siguiente manera. No sé si  terminaría entendiéndome algo tan sencillo y  a la vez tan serio:


“No has entendido nada, chaval... Aunque todos, todos los españoles, quisiéramos votar para decidir echarte de España, no podríamos hacer esa votación. Esa votación sería antidemocrática. Fíjate bien... aunque lo decidiéramos todos los españoles menos tú, sería una votación nula y “aparentemente democrática” porque la ley y el derecho que te asiste a ti está por encima del resto de todos los españoles... ¿Lo entiendes ahora...? Nuestra pretensión sería la vileza más antidemocrática, y tú, en solitario, estarías por encima  del resto de los 40 millones de españoles, porque nada ni nadie puede estar por encima de la ley. La ley te protegería y haría nula la votación de todos los españoles contra ti. ¿Lo ves, o no lo ves...?

jueves, 24 de agosto de 2017

El Islam

Hoy dí con la tecnología de los medios de comunicación universales todo musulmán sabe que Europa ya ha echado raíces en valores: libertad, igualdad, derechos humanos y tolerancia, valores escasos en los países musulmanes.
Todo musulmán sabe que puede venir a Europa a imponer sus modos de vida utilizando la tolerancia europea. Y sus dirigentes pretenden, aprovechando este valor europeo, islamizar Europa. Los musulmanes, a lo largo de la historia, se han asentado imponiendo sus modos de vida en todos los países a donde se han expandido, con una excepción: España hace unas generaciones.

Yo creo que sólo deberíamos aceptar el asentamiento de musulmanes en España y en Europa si existiera reciprocidad en la tolerancia. Si no, no. Y sin ceder en esto un ápice. De lo contrario Europa caminará hacia la destrucción.
En definitiva: seamos tolerantes con los tolerantes. Pero con los intolerantes, intolerancia total.