Visto desde la distancia —me encuentro a unos miles de kilómetros de la metrópoli, pero veo las noticias de España, y me da una lástima que se me hunde el esternón. Del pueblo del que descubrió el genio de Picasso, el alemán Kahnweiler, y vecino suyo, unos años más viejo, era Richard von Krafft-Ebing el que describió la necrofilia como psicopatología sexual, antes de que Freud, unos kilómetros más al este ya en Austria, hiciera los experimentos con sus “pacientas” con respecto a los sueños. De verdad, desde aquí se ve a España necrófila, enferma, mal de la cabeza vamos, que le encanta manosear a los cadáveres fuera de sus tumbas, sea de dictadores, de santos o de quien sea, la cosa es andar con los cadáveres como Juana la Loca. Desde lejos, cómo no se nos va a ver con montera, con pandereta, y bailando sobre cadáveres día y noche… Y pa colmo Riverita. Lo que faltaba…
Yo era de los españoles a los que les da vergüenza andar exhibiendo las atrocidades de los necrófagos y necrófilos de los años treinta y tantos, pero va a ser cuestión de tapar los ojos y sacar fotografías de los archivos franceses y de otros archivos. Ay, España, qué enferma te veo…qué pena…
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