lunes, 4 de noviembre de 2013

El "viejogismo" examen de conciencia


Hablando de neologismos, hay un "viejogismo" al que se le llamaba "examen de conciencia" en nuestra catequesis de la primera comunión. Deberíamos resucitarlo:

“Mira, hijo” -advertía su madre al mocoso boquiabierto ante el ahorcado en el patíbulo-: “ese hombre empezó robando una nuez cuando era niño, como tú”.

El niño, cerró la boca y tragó saliva apartando la mirada del reo y dirigiéndola al infinito. Se le incrustaron las palabras de su madre en los huesos del cráneo: “... antes de mentir, córtate la lengua, y antes de robar un pizarrín en la escuela, córtate el dedo”.

Cuando no se le daba importancia a que algunos médicos recibieran obsequios de los laboratorios, cuando se veía normal que algunos profesores aceptáramos obsequios de la editorial de los libros de texto ( en mi instituto aceptamos nada menos que un frigorífico. Recibimos castigo del cielo, porque al poco tiempo desapareció de la sala de profesores: nos lo robaron), cuando se veía normal y se animaba al colega de oficina a trucar una cifra en la declaración de la renta para disminuir el pago. Cuando se preguntaba ¿con IVA o sin IVA?, todos los españoles, quien más y quien menos, estábamos amamantando el bebé que llegó a ser el monstruo que nos aplasta. Sé de una nación cercana que nos supera, en la que si alguien carga en su oficina su móvil privado y lo pillan, supone la expulsión inmediata de la empresa.  Hace falta un cambio radical en la mente de los españoles, de todos, desde el Rey, hasta el Mendigo. Aunque desde la infancia todos teníamos que haberle hecho caso a la madre del mocoso, nunca es tarde... ¡Fuenteovejuna, señor!
(El que no trae a cuento algo es porque no quiere)

2 comentarios:

  1. Empecé siendo profesor de Geografía e Historia. 1º: Geografía de España,2º: Gografía Universal, 3º Historia antigua y media, 4º Historia moderna y contemporánea. 5º Geografía Económica y 6º Geografia general. (Era el Bachillerato Técnico).
    Me llamó la librería para hablarme del % de comisión si se los pedía en su librería. Le propuse que, lo que iba a darme, se lo rebajara en cada libro a los alumnos. Su respuesta fue: o para tí o para mí. Fue para mí. Me compré una Olimpia y empecé a escribir a máquina.

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  2. Hay que cambiar la mentalidad de arriba abajo. Empezar por echar a todos los políticos y sindicalistas actuales y renovarlos totalmente. Y el que haya cometido delitos, juicio y a cumplir las penas que les salgan... No hay otra.... Todo lo demás, parches.

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