sábado, 9 de enero de 2016

Belenes y Reyes Magos (Origen)



Alguien inventó en Europa, sin ninguna constatación cierta que  la tradición de los belenes con el pesebre y los Reyes Magos, la inventó San Francisco de Asís a mediados del siglo XIII.

Yo creo que no, que la tradición es muy anterior, y originaria de Asia, de los primeros cristianos, de San Bartolomé y San Judas Tadeo que fueron a predicar el Evangelio a la antigua Armenia, y tierras aledañas, donde además del idioma armenio se hablaban otras muchas lenguas.

La manera de predicar el nacimiento de Cristo era hacer estatuillas y  montar los primeros  belenes con los pasajes del Evangelio, sobre todo al principio, sin dominar las lenguas de los armenios a los que le predicaban. Las estatuillas eran los medios audiovisuales de los que disponían para su catequesis.

Las distintas persecuciones de los islámicos arrasaron todo y de Armenia no quedó casi nada. No obstante los armenios perseguidos que pudieron expandirse por Europa trajeron  sus costumbres de montar los belenes  el seis de enero, con el palacio de Herodes y los  Magos de Oriente en número indeterminado.

Como no quedan documentos escritos  pues los islámicos quemaron todas las bibliotecas armenias durante siglos, se ha olvidado, pero fueron los armenios los que trajeron esas tradiciones. 

En Europa  fue extendida la devoción  a SAN GREGORIO, con fama de santo desde el momento de su muerte en adelante; es decir: desde el siglo IV en adelante, pero desde las primeras predicaciones de San Bartolomé hasta la existencia de San Gregorio ya había habido cuatro siglos de predicación y de figurillas representando las escenas evangélicas.

En la Iglesia Cristiana no había más san Gregorio que  san San Gregorio Armenio, que es el mismo que San Gregorio Iluminador, y se le llamaba así no porque estuviera iluminado sino porque iluminaba sus escritos.

Doscientos años más tarde ya le hizo sombra otro san Gregorio que fue papa de la Iglesia de Roma, por eso en Europa se fue olvidando la devoción al primer San Gregorio Armenio, quien no solo con los escritos sino con figurillas extendió la doctrina cristiana por todo el Mediterráneo, de tal manera que siglos más tarde en Italia surgió el antiguo rescoldo  de la devoción al primer San Gregorio, y en Nápoles, en el siglo X se le levanta un templo de devoción a San Gregorio armenio que es desde donde se expandió  a todo el mundo cristiano la tradición de montar los belenes con el palacio de Herodes y los Magos de Oriente, que transcurrido el tiempo se interpretó el número de diversas formas tres siglos antes de que existiera San Francisco de Asís al que se le ha asignado la creación de la tradición de los belenes. 

No obstante la tradición reconstruida del número tres (Reyes Magos)  sí que ha sido ininterrumpida desde el siglo XIII. Pero el origen, los primeros que representaron el nacimiento del Niño Jesús en un portal de Belén con la estrella y los Magos adorándolo, fueron los armenios, al lado del monte Ararat, donde hoy se encuentra Yerevan.

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