jueves, 13 de marzo de 2014

La decadencia de Barcelona (1)

Ayer vi la película “La  grande bellezza” Todos los personajes me parecían caras conocidas. Pero no, lo que me ocurría es que estaba rememorando la Barcelona decadente del año 1993 en el hotel “Princesa Sofía “ de la Diagonal  durante la pantomina del Premio Planeta: señoras con kilos de mejunjes y cejas postizas, el poeta oficial Pere Gim Ferrer, silencioso y apartado, vestido de negro riguroso, artistas cincuentones del cine y de la televisión, un escritor famosillo que me dijo que se iba a ligar para esa noche a una cuarentona minifaldera. y empingorotada, que cruzada el hall del hotel con tacones de quince centímetros, periodistas del “candelabro” también entrados en años, el tío de los millones octogenario y pálido ayudado por lindas huríes haciendo de azafatas que lo llevaban en brazos, la ministra valenciana doble fiel de un personaje de la peli de ayer con sonrisa de “prósopon” y dientes como teclas de piano; y en triunfal cortejo, como si fuera bajo palio, el hombre del tupé, futuro nobel entonces, para el que habían amañado  el premio. Entre los que aplaudían rabiosamente con grosellas en los labios algún mosén disfrazado de paisano. Para ser calco de la película sólo faltaba una monja centenaria con dos caninos raídos intentando bailar el twist o con las piernas colgando ¡El lujo desorbitado y deslumbrante en el que se desenvolvían los de la “pomada”: viejos con ínfulas de juventud en sus ademanes. La decadencia de Barcelona comenzaba aquellos días.

La lengua vasca. (Resumen de la línea de investigación)

La lengua vasca, expresada en sus muchas modalidades es una mezcla de varias lenguas de los cristianos caucásicos venidos a Europa con los peregrinos que iban a los Santos Lugares y con los templarios. Es decir: sobre todo lengua georgiana y lengua armenia que se mezclaron con los restos que quedaban en el norte de España y sur de Francia de lenguas prerromanas y con el Latín vulgar que evolucionaba hacia la culminación de lenguas romances.  Esto explica la confusión a la que han llegado el resto de los lingüistas que querían ver en la lengua vasca una lengua única, unitaria, aislada, y multimilenaria.

-Sí es única porque no existe, que se sepa, otra con estas características.

-No es unitaria porque está inextricablemente mezclada por variados elementos dispares.

-Aislada, lo es como todas las lenguas que han perdido hablantes a lo largo de la historia por coyunturas extralingüísticas, léase Reconquista, formación de los estados de Francia y España…

-En la lengua vasca son antiguos  los pocos elementos lingüísticos conservados de las lenguas prerromanas, si bien es cierto que son más numerosos que en el resto de las lenguas peninsulares. Así, en castellano perduran también -aunque en pequeña cantidad- elementos de lenguas prerromanas como “perro”, “arroyo” “vega” “carrasco” etc.

Las que son multimilenarias son las lenguas caucásicas que vinieron en la Edad Media.

Por eso considero que no tiene objeto buscar el sistema fonológico, es decir la estructura de los fonemas de una lengua hipotéticamente unitaria de hace miles de años, o lo que es lo mismo, lo que algunos lingüistas han dado en llamar “el proto-euskara”.

jueves, 6 de marzo de 2014

Autobiografía.

Episodio 4 de "El enigma de Baphomet"


"Contaré la historia desde el principio:
Uno de aquellos días, al salir de la academia, le dije a Raúl que viniera conmigo, que yo quería enseñarle la tejera abandonada. Le revelé el secreto que guardaba con Pocholo y Poldi, otros dos amigos de infancia. Poldi se llamaba Leopoldo, pero a Pocholo hasta su madre le llamaba por el que yo creía que era mote; en realidad, era el apelativo cariñoso y nunca averigüé su nombre verdadero."





martes, 4 de marzo de 2014

¿QUIÉNES SON LOS ARMENIOS?

https://steemit.com/spanish/@jgcastrillo19/quienes-son-los-armenios

¿Quienes son los españoles? Esta fue la pregunta que hizo el profesor de lengua española a sus alumnos el primer día de clase y del principio de su carrera en una universidad del oeste americano. Las respuestas fueron variadas: unos, que “los habitantes de un país de África”; otros, “de Asia”; los más perspicaces , que “de Europa”, y la más pintoresca, que eran los habitantes de un estado de México. Eso sí, todos sabían que se habla español en las repúblicas sudamericanas; por eso comenzaban a estudiarlo.

No nos escandalicemos: yo mismo he preguntado en España algo semejante sobre los armenios y unos me han contestado que una secta del Islam, otros, que una etnia gitana que vino de Hungría y Rumanía a España después de la guerra, y así se han sucedido los disparates. Es por lo que quiero aventurarme a responder a esta pregunta: ¿Quiénes son los armenios?

Desde la prehistoria hasta Jesucristo, Armenia se fue conformando como un pueblo compacto, que inventó la escritura y por lo tanto la historia, la historia más compleja de uno de los grupos humanos que, dadas las condiciones geográficas, desarrolló un talento prodigioso en una inmensa altiplanicie coronada en su centro por la vieja cumbre de sempiternas barbas blancas, el Ararat.

No se sabe de otro pueblo de la antigüedad que antes que el pueblo armenio haya seleccionado semillas de cereales silvestres para convertir las tierras bravas en fértiles cultivos. Así, los armenios pasaron de las cuevas a las casas durante unos milenios y de la carga en la espalda a la carreta de toscas ruedas de piedra Y cuando ya era un pueblo pionero que había despuntado por su trabajo y desarrollo de la inteligencia, después de haber descubierto el fuego, cuando había superado el paso de “homo erectus" a “homo faber” fue el primer pueblo que domesticó animales para abastecer de proteínas las despensas, sin salir a cazarlos; y a medir los movimientos de los astros en el firmamento mediante rocas horadadas como las del yacimiento de Karahundg, al sur de Yerevan. Entre los frutos que seleccionó de los bosques y cultivó en los llanos fue el albaricoque, al que los latinos, varios siglos después, llamaron “prunus de Armenia”.

Es condición del salvaje humano codiciar lo que otro ha trabajado y atesorado. Es por lo que muy pronto comenzó el pueblo armenio a ser acosado por oleadas de gentes que quisieron arrebatarle tierras cultivadas, rebaños y esposas, las mujeres más bellas del orbe. Por esta razón tuvo que defenderse y para ello caer en la ignominia de fabricar armas mortales para los enemigos, y organizarse como una tribu gigantesca que creó mitos y leyendas sobre las gestas de sus más célebres caudillos y defensores que se impusieron como reyes sucesivos de múltiples dinastías.

Entretanto, adornó las celebraciones de las batallas con creaciones musicales y danzas rítmicas. sacándole sonido a las ramas de los árboles transformadas en rudimentarios instrumentos melódicos y ritmos profundos a la percusión sobre estirados pellejos. De ahí, fue sacando el vibrar de las cuerdas de tripa hasta perfeccionar instrumentos armónicos como el Canun.

Fue el armenio un pueblo que, en ocasiones de su historia, se vio obligado a esconderse en casas subterráneas hasta que fue más efectivo construyendo los edificios sofisticados con todo el abanico de la labra de la piedra, transformando los bloques de las canteras en toda la gama de cuerpos geométricos, vieja tradición desde sus monumentos megalíticos prehistóricos hasta la construcción de puentes, viviendas, fortalezas, templos, plazas, ciudades y monasterios.

Cuando nació Roma, el pueblo armenio ya había quemado todas las etapas de un pueblo maduro y experimentado.

Suena a blasfemia -no es mi intención-, pero Jesucristo fue el causante de la decadencia y del sufrimiento. Cuando envió a sus apóstoles a predicar el Evangelio a todas las gentes, Pedro se fue a Roma, que era como la Nueva York de entonces, Tomás, el incrédulo, el de la mano en la llaga, se fue a la India, Juan a Efeso con la Virgen María, y de los dos que nos quedan noticias, Bartolomé y Tadeo sabemos que tras duras jornadas de senderos y veredas llegaron a Armenia sin saber aquella lengua de treinta y seis fonemas y escritura cuneiforme todavía. 

Su poder de convicción y ejemplo de vida fue tal que convirtieron a todo un pueblo aguerrido y orgulloso de sus proezas bélicas, señor de las más inexpugnables fortificaciones, en un pueblo humilde y generoso, que perdonaría hasta las más crueles ofensas de los enemigos. ¿Fue milagroso que los hombrachones del Cáucaso aceptaran la doctrina de poner la otra mejilla?Milagroso o no, aceptaron consecuentes lo que aquellos apóstoles les habían enseñado sobre la resignación cristiana con el ejemplo de la Pasión y Muerte de Jesucristo para alcanzar la vida eterna.

Entretanto, proliferaron cenobios, eremitas y monasterios; en sus escritorios, la caligrafía del actual alfabeto armenio para llevar por escrito el Evangelio a todas las gentes, siguiendo el ejemplo de los dos primeros apóstoles, hasta el siglo VII en que la cimitarra entró devastadora haciendo huir a todo un pueblo en sucesivas oleadas. La más pérfida fue la persecución selyúcida, devastadora y asesina, que hizo desparramarse a casi todo el pueblo armenio hasta ocupar las costas del norte de África llegando a Canarias, siguiendo las rutas de otros antepasados que, por motivos bélicos y comerciales, habían hollado los caminos africanos. 

En el norte de África dejó el pueblo armenio su sello en usos y costumbres que, a pesar de irse islamizando a lo largo de los siguientes siglos, dado el aislamiento en el que quedaron reducidos en pequeños grupos humanos, ha llegado en reliquias ocultas hasta nuestros días.

De ese primer holocausto armenio nadie habla porque no se conservan escritos que lo narren ni vídeos que filmaran las atrocidades sufridas por los armenios.

No quisiera cansar con referencias bibliográfico-eruditas, pero tampoco me resisto a citar un libro de la biblioteca nacional de París: “Recueil des historiens des croisades” (Documents arméniens) donde nos dice el historiador francés del siglo XIX que en la tierra de Kilikia, perteneciente un día a Armenia, todo quedó arrasado en la Edad Media y sus escritos se perdieron en este país “tantas veces destruido” por el hierro y el fuego. En mala hora se le ocurrió al ancestral pueblo armenio ser el descubridor de la fundición de rocas ferruginosas para tranformarlas no solo en rejas de arados sino en lanzas, puñales y espadas. La gran colección de escritos del Matenadaran de Yerevan son sólo un mínimo exponente de la ingente documentación perdida de la historia de Armenia.

De otras persecuciones y holocaustos contra el pueblo armenio no conservamos más que testimonios indirectos de los que se puede deducir que oleadas de armenios vinieron por las costas del norte del Mediterráneo y por los caminos de los peregrinos y cruzados hasta Europa a construir las 2000 edificaciones de piedra, iglesias, catedrales, castillos y monasterios en la expansión y auge medieval de la Iglesia de Roma. En Europa y sobre todo en lo que hoy es el sur de Francia y norte de España no había canteros especialistas ni cortadores de troncos ni carpinteros para tan ingente proeza arquitectónica. Es más, si es cierto que fueron los monjes templarios los primeros navegantes de la Europa medieval que llegaron al Caribe, ¿no cabe seguir investigando, que fueran sus íntimos colaboradores, los armenios, quienes dieron nombre a los más de 40 topónimos de Colombia, como Armenia, Cauca, Caucasia, Antioquia…etc. que ningún historiador ha sido capaz de explicar hasta el momento?


De lo que no cabe duda histórica es de que en la Edad Media, las distintas dinastías de reyes y nobles se cruzaban en matrimonios de conveniencias políticas tanto en Europa como en Asia y más en concreto entre nobles y reyes de Francia y Armenia.

De lo que tampoco cabe duda es de que el Islam Otomano cortó toda comunicación con un telón de acero infranqueable y los cristianos armenios quedaron aislados y abandonados a su suerte en lo que hoy es la actual Armenia.

¡Cuántos favores se deberían mutuamente, castellanos y armenios, para que en momentos trágicos del último rey de Armenia Levon VI fuera rescatado de las mazmorras del Islam con soldados, oro y otros obsequios al Sultán para traerlo al Palacio de los Papas de Avignon primero, y posteriormente regalarle tierras y vasallos de Madrid, Ciudad Real y Andújar, habiendo tenido en España, durante un tiempo, un rey armenio con plenos poderes monárquicos. 

No quiero que pase desapercibido que hay restos lingüísticos de la lengua armenia en castellano, pero donde abundan es en la actual lengua vasca, y según yo creo, la lengua de los armenios conformó el posterior corpus lingüístico del euskara que a partir de la Edad Media se desgajó en dialectos y subdialectos. ¿Cómo no se van a encontrar semejanzas lingüísticas entre las hablas de los bereberes africanos y la lengua vasca si en las dos hay poderosos posos lingüísticos armenios?

Con estas escasas pinceladas he tratado de retratar al gran pueblo armenio, que ha sabido llevar el perdón en la frente al mismo tiempo que el orgullo, la tenacidad, la laboriosidad y la inteligencia.

Ha sabido permanecer enhiesto contra todas las inclemencias históricas, aunque la mayor parte de los testimonios escritos y artísticos todavía se encuentren entre los escombros ocultos y sin estudiarlos suficientemente, a pesar de lo cual, el tesón, constancia y orgullo del pueblo armenio ha estado latente hasta en las más adversas calamidades sufridas, y oprobios de los que ha sido objeto. 

El gran pueblo armenio ha contribuido, sin duda, en silencio, a la prosperidad de los pueblos con los que se ha mimetizado a lo largo de la historia; pero sobre todo, después del último holocausto, los tres millones que habitan Armenia, han sabido conservarse incólumes sólo en los 29.000 kilómetros cuadrados de la actual Armenia porque el resto, algo más de siete millones de personas se enseñorea por todo el mundo y destaca en las más variadas artes y ciencias.


Dicen los sociólogos que, de no haber aceptado, con rigor cristiano, las bofetadas de los enemigos, serían hoy más de cincuenta millones los habitantes de la gran Armenia desde el Mar Negro hasta el Caspio lindando por el sur con el Mediterráneo. Pero es mejor olvidar esos preteribles para seguir siendo un pueblo de hombres fuertes y mujeres bellas y, valga el tópico histórico, para seguir contribuyendo a la hermandad y prosperidad de todos los pueblos.

lunes, 24 de febrero de 2014

Los escritos en enigmática y supuesta lengua primitiva prerromana.

El uso del plomo como material de múltiples aplicaciones  en la construcción, desde antes de la Edad Media, no hace falta  perder tiempo en documentarlo, porque  es muy sabido que fue usado para fabricar cañerías; y en la Edad Media fue utilizado para impermeabilizar techumbres e incluso fuentes, dada su abundancia y ductilidad. Se almacenaba en láminas de distintos tamaños y se enrollaban para transportarlo rodando, por su gran peso.
Los pequeños recortes sobrantes  valían para apuntar distintas cosas en las construcciones de piedra como si fueran libretas. Era el material ideal pues con un simple punzón de hierro se incidía dejando escritura indeleble en la superficie.
Así, los canteros, bajo la supervisión del maestro constructor, iban apuntando  con su marca individual de cantero, cuantas piedras iban terminando. Una  vez cobrado el destajo ya se tachaban las marcas que indicaban con detalle el número de piedras labradas a destajo.  
Este es el motivo por el que  raramente aparecen dos signos de cantero juntos en el plomo, ya que los distintos canteros de la logia iban apuntando según iban terminando cada piedra labrada y desde que apuntaba una piedra terminada  hasta la siguiente, otros canteros habían apuntado las suyas correspondientes.
Estos recortes de plomos con tales signos escritos se ha creído que eran letras de alfabetos milemarios, pero no… no lo son. Son marcas de canteros. a pesar de que Gómez Moreno o Caro Baroja dedicaran años y años  a descifrar su significado  sin ningún resultado. Ya se pueden hacer tesis doctorales y escribir ensayos que nada se encontrará del supuesto idioma prerromano escrito. La imaginación es libre y puede inventar hasta oraciones a dioses primitivos escritos con esas marcas. El vasco-navarro José María Lacarra, que fue discípulo de Gómez Moreno en Madrid, nada nos dice al respecto en lo que yo sé, porque suponía que su maestro estaba en lo cierto de sus investigaciones tratando de descifrar alfabetos  multimilenarios, y no querría inmiscuirse en tan arduo y estéril trabajo. La ventaja que tenían esos plomos es que una vez utilizados se podían fundir con fuego, para volver a convertirlos en láminas nuevas.
Para apuntar el trabajo a destajo empleaban cualquier metal  para que no se pudiera borrar una vez escrito con incisiones y tampoco hubiera  equívocos una vez tachados con una raya. En esta segunda línea permanecen sin tachar varios signos: señal de que no los habían cobrado cuando se perdió este apunte.

Cuesta ser detractor de Gómez Moreno, de Caro Baroja y de Domingo Fletcher Valls, que son los que más empeño pusieron en descifrar los signos de los plomos... Pero... nada. No consiguieron nada de nada... después de años de esfuerzo en su línea de intentar descifrar escritura ibérica prerromana. Antes de los romanos, en nuestra península no había más que salvajes y semisalvajes ágrafos ocupando los vanos  cercanos a las riberas de los ríos. Lo demás era una selva... Y los civilizadores, con sus métodos contundentes, fueron los romanos; y cuando cayó el Imperio Romano, continuaron civilizándonos con métodos culturales y artísticos, los asiáticos. Sin ir más lejos, en el siglo XVI, -anteayer como quien dice-  todas las llanuras secas de Toledo eran selvas  de árboles centenarios y jardines naturales... Está documentado en nuestra Literatura.

Los plomos de Mogente o de otros lugares del Noreste de España sobre todo, y del resto de los lugares donde han aparecido no son ni ibéricos ni  prerromanos sino que proceden de las logias medievales de los casi 2000 edificios, iglesias, catedrales, palacios, castillos  y monasterios que se construyeron durante la Edad Media. No son letras de ningún alfabeto extraño e ignoto aunque muchos de los canteros procedieran de Asía, y más en concreto de Georgia y de Armenia sobre todo.

jueves, 20 de febrero de 2014

Armenia en Francia y España

https://steemit.com/spanish/@jgcastrillo19/armenia-en-

francia-y-espana 

La labor de rastrear archivos y bibliotecas es ardua, ingrata e incomprendida, pero apasionante. Mi empeño en seguir el consejo de mi maestro Pensado Tomé para seguir investigando las relaciones lingüísticas de la lengua  armenia con las lenguas de Europa, y más en concreto con la lengua vasca, viene a ser una toma del relevo a las investigaciones de un conjunto de lingüistas: Spencer Dodgson,  Karst,,  Schuchardt, Sarkisian… que no tuvieron más relevo que sus investigaciones amontonadas en un rincón de su escritorio cuando fallecieron.

Del trasiego de mercancías y personas entre Armenia y Francia y España en la Edad Media, no sólo económico comercial, sino cultural, social, político y religioso, apenas tenemos documentos, ya que al final del siglo XIV  Armenia quedó aplastada. El Islam acabó con la la cuna de la Humanidad, la civilización armenia, de varios miles de años de existencia, donde el ser humano comenzó a seleccionar semillas silvestres de cereales para clasificarlas y dividirlas por familias vegetales para enriquecer las distintas especies. Donde hace miles de años, clasificaban las estrellas y el movimiento de los luceros a través de rocas horadadas ( Karahundg).  Armenia, quedó arrasada, hecha cenizas. De ahí que la reconstrucción del gran mosaico de esa gran cultura, tesela por tesela, dispersas y enterradas, se nos presente dura. Hasta ir descubriendo más elementos perdidos, sin pretender aburrir con tomos  y tomos de las distintas biblioteca; sólo  traigo hoy una pequeña muestra  con estos párrafos del siglo XIX. (Biblioteca de París)



De nuestros cronistas del siglo XIV, podemos entresacar algunas cosas. Es de notar Pero López de Ayala en su crónica del rey Juan I de Castilla, libro que todo mundo ha estudiado para examinarse  de Historia de la Literatura sin haberlo leído, en el que nos cuenta cómo el último rey de Armenia fue rescatado de la mazmorra islámica y traído en una galera a las costas francesas, para presentarse en Avignon en el “Palais des Papes” ante Clemente VII y que luego en las Cortes de Segovia le donó el reinado de Madrid, Ciudad Real y Andújar, con todas sus gentes y ganados.


Necesitamos que los jóvenes lingüistas tomen el relevo para las próximas generaciones y no caiga en el olvido, cuando no en la tergiversación, el verdadero interés por la ciencia lingüística.https://steemit.com/spanish/@jgcastrillo19/armenia-en-francia-y-espana

miércoles, 12 de febrero de 2014

Una "tesela" más en el punto 6

Tenía pendiente una contestación al comentario de “Un vasco”  del 28 de marzo de 2012 11:52, en el artículo: http://www.jgcastrillo.com/2012/04/la-lengua-armenio-vasca-o-euskarmenia.html

1- Los que hemos realizado algún tipo de investigación lingüística, no tenemos por norma aseverar en la primera línea la conclusión de tal investigación. El señor “Un vasco” comienza su argumentación negando taxativamente la línea de nuestra investigación, así: “El euskera es una lengua que se ha hablado desde épocas prerromanas en la zona pirenaica y no llegó en la Edad Media desde Armenia”

2- Las lápidas mortuorias de la Aquitania romana, nada dicen por sí mismas. Aparte de que son discutibles, no podemos apoyarnos en un solo elemento para formular una hipótesis y mucho menos una tesis o una teoría.

3- El profesor Vahan Sarkisián no podía utilizar el vasco antiguo porque solo disponemos de vasco moderno, a partir del siglo XVI hacia adelante.  De las pocas palabras, por otra parte muy discutidas de la glosa Emilianense número 60 del siglo XI nada podemos concluir más que quizás sean unas palabras de un pretendido euskara posterior al siglo XI, pero ninguno de los analistas ha dado como cierta su grafía y significación.  El mismo Koldo Mitxelena dudaba de que fuera una glosa vasca.

4-Vahan Sarkisián publicó algunos comentarios de los que solo se desprende que investigó en lingüística sincrónica  comparativa y nada sabemos acerca de si investigó en los aspectos diacrónicos de sus investigaciones comparativas. Él partió de lo oficialmente divulgado anteriormente como del axioma dogmático acerca del milenarismo de la lengua euskara. Creo que soy el primero que ha cuestionado el dogmatismo que sentó Meillet: http://www.jgcastrillo.com/2013/01/vasco-y-armenio-estado-de-la-cuestion.html

5- Del protovasco, nadie sabe nada y nada podemos saber, y menos del pre-proto-vasco del que se ha querido deducir su sistema fonológico, tarea imposible, porque el fonema es un concepto, un haz de rasgos distintivos. Para llegar a su comprensión hemos de tener previamente un conocimiento exhaustivo de la lengua en el resto de sus planos, fonético, semántico y sintáctico. Nadie sabe nada de esa pretendida lengua única, aislada, multimilenaria y  estructurada lengua euskara antes del siglo XVI.

6- La única lengua romance con artículo pospuesto es el rumano. En el resto de las lenguas romances, rético, vegliota, italiano con todas sus modalidades,  provenzal, francés, catalán, gallego, portugués y castellano, el artículo procede del demostrativo latino y precede al nombre siempre. Es imposible que el vascuence haya tomado del rumano de Rumanía, la influencia de la posposición del determinante artículo. No existe conocimiento, ni siquiera el más mínimo rastro de intercambio medieval entre el norte de España, y sur de Francia con Rumanía. Sin embargo sí que existen pruebas históricas sobradas, del contacto entre Armenia y España y Francia. Esta podría considerarse como una “tesela” importante en la nuestra andadura.

7- Que “tegui” es una palabra celta prerromana no se sostiene más que por conjeturas rebuscadas. No sólo la palabra “tegui” es igual en vasco y en armenio. sino la palabra “trigo y cebada”, o “aire” o “valle” o “cabeza” y así hasta seiscientas palabras. Amén de otras consideraciones como el caso “ergativo” o el sistema vigesimal y un sin fin de etcéteras.


8- De lo que se extrañó y maravilló el Profesor Vahan Sarkisián fue del recibimiento tan caluroso que le hizo la Real Academia de la Lengua Vasca  reconociéndolo como el mayor de los especialistas en lingüística del euskara y cuando sacó sus escritos fue olvidado y relegado sin paliativos. Es de lamentar tan ingente pérdida al haber fallecido de repente a los 54 años y dejando por hacer la labor investigadora que le ocupaba. Vahan Sarkisián dominaba el euskera, el español (era el asesor del Kremlin para países de lengua española) y por supuesto el armenio, amén de otras lenguas karvelianas.  Según mi opinión, el Profesor Vahan Sarkisián, catedrático de Lingüística Románica de la Universidad  de Erevan, era la más prestigiosa personalidad lingüística del mundo euroasiático, pues también dominada el ruso y otras lenguas: un lingüista de los que ya no abundan.