martes, 19 de noviembre de 2013

Seguro de vida


Una vez llamó a mi puerta un señor trajeado con un maletín:

-Buenos días. Soy agente de la compañía “La Eternidad”.
-Y ¿qué se le ofrece? -Le contesté.
-El mejor y más completo seguro de vida  por el precio de  tan sólo....

Lo que no recuerdo es por cuántas pesetas diarias me salía. Eran pesetas, así que ya hace años. Y me explicó minuciosamente las condiciones de la póliza, ataúd de nogal incluido. No lo eché a patadas porque pensé que el hombre estaba ganando el pan de sus hijos, pero cuando ya no tenía nada que decir me extendió los papeles instándome:
-Firme usted aquí.

Yo lo miré de arriba abajo y le dije:

-Creí que me ofrecía un seguro de vida, en algún hospital de Huston o algo así, pero lo que usted me vende es un seguro de muerte y eso es lo que ya sé que es muy seguro. Lo único seguro que tengo. Gracias por la conferencia y, por favor, cierre la puerta por fuera...

2 comentarios:

  1. ¿A ver si era Dios, disfrazado de agente de seguros, que te ofrecía la vida eterna y tú, pobre mortal, en tu ignorancia, lo rechazaste?

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    1. Eso pensé yo, en un principio, pero rechacé la idea por el detalle del nogal. Otra cosa hubiera sido si me hubiera ofrecido raíces con incrustaciones de taracea.

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