jueves, 18 de diciembre de 2014

Libros de papel.


De mi estricta propiedad, he  mandado para la biblioteca central de una orden religiosa, seis mil libros. Hala, menudo peso me he quitado de encima. Aunque soy muy mal cristiano porque a menudo me entran ganas de abofetear a más de uno, igual eso me sirve para que me enchufen con San Pedro, quién sabe… Me he quedado con los libros de Medicina, historias de la Literatura, una Biblia, un Quijote, “El Baco”, “El enigma de Baphomet”  y pocos más: los que eran de Charo soltera y los que son de los dos, bienes gananciales aportados al matrimonio…Como me he acostumbrado a leer en pantalla, fuera  el papel.. Y mi mesa de estudio, que siempre era un desastre, ahora da gusto, cuatro cables y todo despejado. He rezado con la “mantis religiosa” que ha venido a mi ventana a concelebrar la ceremonia por su eterno descanso. Y me he quedado igual  que si hubiera parido.

2 comentarios:

  1. Yo, cuando voy al gimnasio, suelo llevar algunos y los dejo en los bancos del parque por el que paso, visitado por alumnos de un Instituto y por jubilados. Cuando vuelvo del gimnasio ya suelen haber volado.

    ResponderEliminar
  2. Yo, cuando voy al gimnasio, suelo llevar algunos y los dejo en los bancos del parque por el que paso, visitado por alumnos de un Instituto y por jubilados. Cuando vuelvo del gimnasio ya suelen haber volado.

    ResponderEliminar