Virginia Mendoza es una joven antropóloga que investiga en Armenia. Además es periodista. Es hora de que yo vaya pasando el testigo a jóvenes que sigan investigando. Nos haría falta un equipo de jóvenes filólogos, historiadores de la lengua armenia y de las veinte modalidades del euskara, que se están perdiendo a pasos agigantados con la obligatoriedad de la lengua vasco-batúa.
Envía hoy esta foto de lo que fue el monasterio de Noravank:
Acabo de enviar este mensaje a Virginia:
Virginia: De la misma manera que Heinrich Schliemann, quien antes de descubrir Troya, contaba con menos datos aislados para su empresa intelectual que nosotros para nuestra hipótesis, yo estoy empeñado en buscar y encontrar, al menos, un documento escrito, pergamino armenio, que certifique el colofón de mi hipótesis para convertirla en teoría firme. Es difícil, ya lo sé, pero posible. Es más fácil encontrar piedras entre los escombros que pergaminos entre las cenizas. Esos restos de monasterios que estás visitando, los están levantando gracias a la gran paciencia de buscar, una a una, las piedras desperdigadas y la mayoría demolidas a lo largo de siglos de destrucción. Para saber a ciencia cierta que oleadas de caucásicos vinieron a Francia y España en la Edad Media sólo nos falta encontrar una “tesela”. Contamos con muchas “teselas” del mosaico diseminadas y esparcidas. Tenemos que encontrar la definitiva.
No quiero olvidarme de que el ser humano a la vez que "homo sapiens" ha sido "homo faber" y, paradójicamente, "homo destructor". Hemos de contribuir a restablecer el "homo restaurator", en honor a la verdad histórica.
Virginia: De la misma manera que Heinrich Schliemann, quien antes de descubrir Troya, contaba con menos datos aislados para su empresa intelectual que nosotros para nuestra hipótesis, yo estoy empeñado en buscar y encontrar, al menos, un documento escrito, pergamino armenio, que certifique el colofón de mi hipótesis para convertirla en teoría firme. Es difícil, ya lo sé, pero posible. Es más fácil encontrar piedras entre los escombros que pergaminos entre las cenizas. Esos restos de monasterios que estás visitando, los están levantando gracias a la gran paciencia de buscar, una a una, las piedras desperdigadas y la mayoría demolidas a lo largo de siglos de destrucción. Para saber a ciencia cierta que oleadas de caucásicos vinieron a Francia y España en la Edad Media sólo nos falta encontrar una “tesela”. Contamos con muchas “teselas” del mosaico diseminadas y esparcidas. Tenemos que encontrar la definitiva.
No quiero olvidarme de que el ser humano a la vez que "homo sapiens" ha sido "homo faber" y, paradójicamente, "homo destructor". Hemos de contribuir a restablecer el "homo restaurator", en honor a la verdad histórica.
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