sábado, 24 de mayo de 2014

"Gabán" es una palabra de la lengua armenia.


En nuestra lengua, la palabra “gabán” es polisémica. Por lo menos, tenemos dos significados dispares:

1).-Prenda de vestir, generalmente de paño, con la que Cervantes viste de color verde a don Diego de Miranda (II parte, cap. XVI). Conservamos hoy esta acepción como prenda de abrigo.

2).- Fortaleza defensiva bereber del siglo XI en Alcalá la Real (Jaén), castillo que sufre a lo largo de la historia múltiples construcciones y destrucciones, pero que hasta nuestros días se sigue nombrando al hablar de su muralla: “muralla del Gaván", o “Gabán”, dependiendo la ortografía del capricho de cada escriba.

Una tercera acepción absolutamente desconocida es la del patronímico fijado como apellido, tanto el español Gabán, como el francés Gabin, acomodación ortográfica del español Gabán, y cuya documentación data del siglo XIII apellido de los súbditos del Rey vasco-navarro Sancho VII. Su explicación etimológica nadie se ha atrevido a desbrozar por falta de más datos y detalles.

Los nombres de edificios en los que se han fraguado gestas heroicas tienden a conservar su denominación en la lengua originaria de sus primeros constructores, sobre todo si los conquistados se asimilaron a los nuevos dueños al no ser exterminados, aunque  la lengua de los conquistadores haya sido la que se haya impuesto como superestrato lingüístico. Este es el caso. 

La “Muralla del Gabán” no es más que la muralla construida para fortalecer o metafóricamente “abrigar” y “bloquear” el recinto del castillo musulmán, salpicado de atalayas, contra agresiones externas. Al fin y al cabo el actual castillo de la Mota de Alcalá la Real no es más que la fortaleza para guarecerse a su abrigo cuando llegaban los enemigos a conquistar el castillo llamado entonces Al-calá.

Observemos la palabra “gabán” como la adaptación fonética de “kapán” por un debilitamiento o lenición  de las consonantes “k, p”, entendiendo lenición como dice Martinet: «Lenición es el término empleado para describir una mutación de consonantes que normalmente tuvo su origen en una reducción de energía empleada para articularlas»

Desde la Edad Media, cuando el reino armenio de Cilicia estaba compenetrado con los reinos de Francia y España, los peregrinos, los cruzados y los templarios  trajeron desde Cilicia la palabra “gabán”. 
Los hablantes de Francia y España, territorios de la Romania Occidental, tenían en sus hábitos articulatorios la tendencia a sonorizar las consonantes sordas “p,t,k” sobre todo en posición intervocálica dentro de la misma palabra   o dentro del sintagma; y este es el caso: La palabra “kapán” la pronunciaban “gabán”. 

En Armenio, la palabra “Kapan” ( tenemos varios ejemplos en lengua armenia) se formó a partir  del verbo “kapel" que significa "bloquear",  en el sentido de “ponerse al abrigo de” o “guarecerse”, y apunta a un viejo término geográfico de valles rodeados de cadenas de montañas entrelazadas que cierran todo el paso para guarecerse o abrigarse ante el acoso de los enemigos. De ahí que, para guardarse se construyeran fortalezas, como la emblemática fortaleza del “Gabán” en lo que fue Armenia Minor, hoy perteneciente a Turquía. 


El valle Gaban, rodeado y protegido de montañas  en  Cilicia, antigua Armenia, actual Turquia.
(En esa primera roca existen  todavía las ruinas de la fortaleza del Gabán, entrada por la cara norte)




 Restos de la fortaleza del Gabán, vista desde cara sur, donde estuvo asediado  el rey Armenio León VI, gran amigo de los monarcas europeos, sobre todo de Juan I de Castilla.




No olvidemos la relación íntima que  había, antes de la instauración del imperio Otomano, entre  los cristianos franceses y españoles con los armenios, de tal manera que nuestro rey Juan I de Castilla regaló Madrid, Ciudad Real y Andújar al rey armenio León VI, después de rescatarlo de la prisión islámica. Casi nadie sabe en España que este rey armenio fue también rey y señor de los madrileños, de los ciudarealeños y de los andujareños, o iliturgitanos, como algunos los denominan.

Hemos de destacar que, también, y por la resistencia al cambio de los topónimos originarios, se conserva “Kapán” como nombre de la ciudad del sur de la Armenia actual, capital de la provincia de Syunik.

El fenómeno lingúístico de la metonimia en la formación de palabras es frecuente en nuestra lengua, y este es el caso.

He tratado en otros artículos la procedencia cristiana mimetizada mas tarde con el Islam de las lenguas del norte de África, procedente de las lenguas caucásicas y sobre todo del armenio antiguo, lenguas Tamasight, a las que nosotros hemos llamado beréberes.
http://www.jgcastrillo.com/2013/04/el-euskera-no-procede-del-dogon.html
 La palabra  “Gaván” de Alcalá la Real (Jaén), es la misma, referida a la “muralla del Gabán” o la “muralla del abrigo” o la “muralla de la fortaleza”  construida por la dinastía bereber Zirí.

Tanmbién veo relación etimológica con la palabra ““kapán-na”, que es nuestra palabra antigua “capanna” que evoluciona a “cabaña”, tan discutida como desconocida. Cuando no se le ha encontrado ninguna relación etimológica, sin más, algunos académicos le han atribuido una antigüedad milenaria prerromana sin ninguna razón, como a todo lo que no se sabe, lingüísticamente hablando. Pero no: “cabaña” también es medieval, y documentada en el siglo XII, dos siglos antes que “gabán”, lo cual es lógico pues se gramaticalizó  doscientos años antes conservando intacta la primera consonante velar oclusiva sorda, sin influjo de sonorizaciones. Por lo tanto “cabaña” es otra palabra de origen armenio, y no de origen prerromano como se sostiene oficialmente, aunque nos parezca increíble.

Por extensión, de la palabra “capa” de la misma familia léxica y a la que la Real Academia Española atribuye la etimología latina de “cappa”, hemos de señalar que no existe documentada ni en el latín clásico ni en el “sermo vulgaris”. Joan Corominas, simplemente la documenta en el siglo X como palabra ya romance procedente de un hipotético “latín tardío”, pero también le atribuye origen desconocido.  Ya seguiremos en otra ocasión hablando de esta palabra y su familia léxica: capote, capota, capucha, capuchino etc. E incluso “capullo” abrigo de las larvas. Esto para otro artículo.

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