lunes, 2 de junio de 2014

Dedicatorias

Una lectora de “El Baco” me pregunta, y comenta la dedicatoria inicial: por qué sólo está dedicado a tres de mis cinco hijos. No es la primera vez que me han preguntado esto, pero no tiene mayor trascendencia ni misterio. Simplemente, fue una manera de obligarme a escribir y publicar el segundo libro que me bullía entonces en la cabeza y así dedicarlo a mi mujer y a los otros dos hijos. Cuando terminé “El enigma de Baphomet”, mi familia había aumentado en siete nietos y cumplí conmigo mismo. Para pensar en la dedicatoria del tercero, con el que ando, tengo todo el tiempo del mundo mientras Dios siga dándome salud.

Dedicatoria de “El Baco”:
“A todos mis maestros de Astorga (a los que más debo); y de Salamanca, especialmente al doctor López-Ibor Aliño (catedrático de Psicología y Psiquiatría), y al de Lingüística Románica don José Luis Pensado Tomé.
A “Tito” (que impacientemente me requería todas las noches para que le leyera las páginas nuevas que había escrito), a Manuel; a Alba, y a mis  alumnos, por supuesto."

Dedicatoria de “El enigma de Baphomet”:

"A Charo, a Javier, a Pablo, y a mis nietines: Javi, Julia, Teo, Luz, Olivia, Víctor, Carmen..."

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