La Institución Libre de Enseñanza fue el referente de la cultura española y el vehículo ideológico para introducir en España (entonces nadie le llamaba “Estepaís”) las más avanzadas teorías pedagógicas y científicas que se estaban desarrollando en todo el mundo libre y moderno antes de 1936. Esta es la inauguración del comedor escolar, en cuyo colegio, entonces se llamaba “la escuela” de San Vicente de Alcántara, los maestros y maestras seguían las inigualables directrices de la ILE.
Volver a enarbolar esa bandera de la segunda república roji-gualda-morada (aunque en la foto se vea en blanco y negro) como ingenuamente hacen ahora muchos chavales, no creo que conduzca a nada bueno. En todo caso, quien quiera la tercera república que diseñe otra bandera distinta, ya que sobran colores para hacer combinaciones nuevas.
Estos ocho maestros y cuatro maestras de Instrucción Pública fueron encantados por la palabrería de promesas vanas, en las que creyeron todos los menores de 30 años, del sociópata Alejandro Lerroux; y lo votaron y llegó, claro que llegó a la presidencia del gobierno cuando esos extraordinarios maestros no podían ni imaginar remotamente que llevaría a España a la ruina y al desastre y a la muerte violenta de diez de ellos. Sólo se libraron de la muerte, por casualidad, doña Ludivina, mi madre, y doña Felisa. Los chavales necesitan estudiar la historia en profundidad. A mi no me hace falta porque me la contó mi madre de viva voz. Es mucho más largo, pero no es cuestión de andar revolviendo lodos sedimentados. Para qué, si no conduce a nada bueno…
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