Las escalinatas de la entrada no son caprichosas, sino que responden a una necesidad arquitectónica, dado el desnivel de la parcela.
Dada la parte trasera a ras de calle y la parte delantera de la edificación, había que salvar algo más de un metro de altura.
Evidentemente tuve que solucionar este desnivel con una escalinata para la entrada en la fachada principal de la casa.
Entre los cientos de dibujos previos a los planos definitivos, con el programa "Autocad 14, dibujé este diseños a escala.
Las escalinatas son siempre muy caras en su ejecución, por lo que tuve que ingeniármelas para que el presupuesto no se saliera de un precio razonable. En este caso resultó tremendamente barato ya que se me ocurrió la idea de aprovechar los trocitos de piedra que sobraban después de terminar la fachada y zócalos, y también tuve que utilizar algunas piedras más, troceadlas, porque no tenía suficiente con los trozos de desecho.
Con los mismos ladrillos macizos del horno de Vélez, los más baratos dentro de toda la gama de materiales semejantes de construcción, pero potentes y resistentes, iba a solucionar la estética y aligerar la cuenta bancaria: dos pájaros de un tiro. Así fue, ya que los utilicé para construir la huella de la escalinata y los trozos de piedra aludidos para las "tabicas" de las escalinatas.
Un albañil, el mismo que había construido la valla de la parcela me construyó las huellas y yo, con paciencia de Job, a ratos perdidos y fines de semana, realicé las tabicas.
entre ladrillos y ladrillo iguales y la estética no era la óptima. N pude conseguir construir yo mismo la superficie en curva alabeada: lo más difícil. El albañil Paco, construyó los dos alabeamientos en una jornada de trabajo con singular maestría
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