sábado, 13 de julio de 2013

Bosque del parque Achterdiek

Este cuadro lo pinté hace tan sólo unos años. Es el final del otoño, cuando ya comenzaba el frío de verdad en el norte de Alemania, donde las llanuras inmensas invitan a pintar la profundidad de los paisajes. Me han dicho varios comentaristas que hay una influencia muy grande de E. Pisarro en esa técnica de pincelada suelta que aquí casi no se aprecia, y de la ejecución de las sombras de los árboles. Puede ser, porque Pisarro es quizá el impresionista por excelencia, al que más tiempo he dedicado en el estudio de tu técnica, Lo cierto es que, a pesar del sol del medio día alemán se me empezaban a congelar las pestañas con mi caballete plantado en medio del camino y unas señoras con los gorros calados y manoplas y bufandas elogiaban mi trabajo, pero no llegaba a entender los detalles porque parloteaban muy deprisa y mi alemán es bastante malo, pero sí llegué a entenderles que se parecía a los paisajes de Pisarro. Yo creo que con aquel frío y quieto sentado en el taburete plegable, había que terminar cuando antes y dar la impresión de árboles y de perspectiva lejana y de cielo de un día claro, con pinceladas rápidas y sin andar pensando demasiado. Esa es la verdadera coincidencia con Pisarro, yo creo, el frío, para pintar al aire libre.. Eso... Eso...



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